Un bonito puzzle en sus manos

Falta poco más de un mes para el Valencia-Sevilla del inicio liguero y Manuel Jiménez anda perfilando aún un equipo base sobre las muy distintas opciones que le ofrece su plantilla. Aún no está perfilado el plantel y en la planta noble de Nervión trabajan sin prisa pero sin pausa en la principal labor que tiene ahora mismo, aligerar un grupo con 27 fichas profesionales. Duda, De Mul y Chevantón saben que deben buscarse sitio en otro equipo y a poco que Monchi logre colocar a alguno de ellos es más que probable que haya sitio para un refuerzo más, al menos. Mientras tanto, Jiménez maneja las piezas de un bonito puzzle para encajarlas de forma que cuaje de aquí a un mes.

Hay varias posibilidades para darle salida a estos tres jugadores con los que no cuenta Jiménez, pero en el Sevilla esperan la mejor opción con paciencia, que la prisa es negativa en lo económico.

Pero, mientras se producen estas salidas, el técnico sevillista tiene en sus manos un plantel muy versátil y profundo que ofrece múltiples variantes, con una nota común en las tres líneas: hay jóvenes polivalentes tanto en defensa como en el medio y la delantera.

La idea del club, como es habitual, es dejar la plantilla en 24 fichas profesionales para dejar un hueco a la opción de encontrar una buena oportunidad en invierno, mientras que esa vigésima quinta ficha se ocupa por un jugador del filial, sitio que esta temporada está reservado para José Carlos. Pero ni Chevantón ni Duda tienen prisas por salir corriendo del Sevilla. El primero, cuya colocación es la más complicada por su alta ficha, quiere seguir demostrando que vale. Y el segundo, espera que cuaje un acuerdo con el Málaga, pero tampoco va a forzar la situación con la expectativa de que llegue una oferta buena para él y el club. De Mul tiene cartel en Europa, pero continúa en Bélgica tratándose de una lesión y su situación está algo estancada.

De momento, Jiménez no ha dado con el equipo base en los pocos amistosos de cierto nivel que ha disputado. Pero en éstos sí se ha visto que tiene muchas opciones de distinto corte. En defensa cuenta con la polivalencia de Adriano, Lolo y Fazio para complementar una línea que, sin contar a éstos y si se queda David Prieto -otro que podría salir- ya tendría ocho futbolistas específicos para los cuatro puestos de atrás. Y el estado en que está Dragutinovic refuerza esta línea con su carisma y experiencia.

En el medio, son los propios Fazio y Lolo los que aportan juventud al motor del equipo en una línea a la que se señaló la campaña pasada como más deficitaria. A Duscher, Romaric y Renato se ha unido Zokora, pero, aun así, podría arribar otro medio con llegada. En los partidos contra Juventus y Seongnam se ha visto a un Sevilla que sigue teniendo mucho el balón, pero al que le cuesta la transición del medio hacia la línea de tres cuartos. Un jugador que rompa y encauce el fútbol por el medio delante de Zokora, o el que elija Jiménez para situarse de pivote, es el perfil elegido en el caso de que se refuerce esa línea. Preocupa la Copa de África y por ahí podría definirse otro refuerzo, sea un medio o un delantero. Es la línea que está más por definir. El verano pasado, Romaric y Maresca cuajaron en una pareja triunfadora en los torneos estivales que se diluyó en la Liga. Ahora no está definida la línea, como no lo está el equipo base. Pero el marfileño está llamado a romper definitivamente junto a Zokora.

Y arriba, con la agradable continuidad de Luis Fabiano, se multiplican las variantes gracias a los jóvenes asentados, léase Jesús Navas, Capel, Adriano o Perotti, y a otros por explotar, como Kone (el abuelo de los mediapuntas a sus 25 años), Acosta (demasiado ansioso por agradar), Alfaro o el propio José Carlos. Y Kanoute aún no está.