El camino de las 20 finales
La victoria ante el Almería B, la tercera de la campaña, un estímulo para el filial bético El Betis B deja de ser colista tras diez jornadas
Hay un rastro de luz al final del túnel. Al menos se adivina. Los tres puntos logrados ante el Almería B tienen para el filial verdiblanco un valor incalculable, no solamente en términos numéricos sino en los intangibles, esa dosis de moral que acarrea el tercer triunfo de la campaña. Para empezar, el Betis B ha dejado de ser colista. El peso que se han quitado los pupilos de Juan Merino, después de diez jornadas soportando el farolillo rojo, es poco menos que enorme. El pozo es menos pozo.
Es hora de hablar de finales. Ante el Almería B fue la primera, eso es al menos lo que declaró el técnico del filial al término del encuentro. "Cada jornada de la segunda vuelta será una final. Salir de esta zona cuesta. Hay que sumar muchos puntos. El equipo dará otra versión y estaremos más cerca de la victoria", dijo el entrenador linense, que sabe que el próximo encuentro, contra el Villanovense, el próximo 3 de enero, habrá de estar marcado a fuego.
La mejoría en defensa es evidente: la portería se mantuvo a cero durante cinco jornadas antes de las últimas derrotas. El equipo es solidario y la asimilación de ciertos conceptos colectivos progresa adecuadamente. Es arriba, en la zona de ataque, donde continúa habiendo un déficit. Ni Juanma es un delantero centro ni Loren, con ese cometido, ha disfrutado de la continuidad debida. El punta marbellí anotó el primer tanto en un encuentro en el que el equipo distanció al rival en dos goles (3-1), circunstancia que no había sucedido en las 18 jornadas anteriores.
Si bien es cierto que el primer filial bético cuenta con una notable línea de tres cuartos, lo es también que falta gol. El Betis B ofrece variados recursos cuando lo que se cuece es llegar a las inmediaciones del área rival: la velocidad -Francis-, el caracoleo -Diego Segura-, el toque -Abeledo- y trabajo y versatilidad -Rayco-, pero carece del instinto asesino necesario para mantener una trayectoria sostenible en un grupo de la dificultad de la actual Segunda B. Y en ésas se encuentra el equipo, el cuerpo técnico y la plantilla, buscando soluciones para encontrar una vía al final del túnel. Quedan 20 finales. Lo inmediato será doblegar al Villanovense, que lo acercaría a dos puntos de diferencia. Será clave.
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