Quiere jugar con un 9 claro ante Italia, pero está tan enamorado de los centrocampistas que Vicente del Bosque cree que España sería mejor si dispusiera diez de ellos sobre el terreno de juego. "Si tenemos diez centrocampistas seríamos mejores todavía", dijo el seleccionador español durante una entrevista con la agencia Dpa previa a la semifinal de la Copa Confederaciones que España jugará hoy ante Italia en la ciudad brasileña de Fortaleza.

Siempre medido en sus palabras, Del Bosque no pudo evitar reaccionar con mordacidad cuando se le recordó que medios italianos definieron un año atrás el juego de su selección como "masturbación táctica", al tiempo que el ex futbolista francés Bixente Lizarazu definió a España como "demasiado amor y muy poco sexo". "Sería porque el sexo será el meter el gol, ¿no? En fin. Imagino...", dijo Del Bosque, cuya selección goleó 4-0 a Italia en la final de la Eurocopa 2012.

-Hace unos días usted desmitificó expresamente el peso del dibujo táctico. ¿Por qué?

-No quiero que se me entienda mal en esto. Todos los equipos tienen que tener un orden de juego, una organización, pero también creo mucho en el talento de los jugadores. Lo que es cierto es que ese equilibrio entre talento y organización es necesario, ellos tienen que entender eso, que para ser mejores necesitan esa organización.

-En la final de la Eurocopa en Kiev se describió la disposición táctica de España como un 4-6-0. ¿Fue así?

-Yo creo que era un poco exagerado, no es ninguna novedad, ha existido en el fútbol. Algunas veces digo que todos nos deberíamos sentir un poco centrocampistas, que es tener el sentimiento de querer defender, el sentimiento de querer construir y el sentimiento de querer atacar. Si tenemos diez centrocampistas, seríamos mejores todavía.

-Medios italianos acusaron a España de "masturbación táctica" y el ex jugador Bixente Lizarazu dijo que a su equipo "le sobra amor pero le falta sexo". ¿Qué piensa cuando escucha esas cosas de su selección?

-Sería porque el sexo será el meter el gol, ¿no? En fin. Imagino. A nosotros no nos ha ido mal. Hemos sabido defender bien con esta forma de juego, hemos sido eficaces, otro estilo no sé si nos lo garantizaría tanto.

-A principios de mes dijo en Miami que no había encontrado el 9 necesario. ¿Qué quiso decir?

-Los delanteros son irregulares por naturaleza. No es una crítica hacia ellos, sino que nosotros no hemos sabido discernir a veces quién era el mejor. En septiembre tenemos que salir a ganar en la clasificación para el Mundial, necesitamos esa gente adelante para poder ganar en Finlandia.

-Si tiene un 9 en condiciones, ¿elige jugar con ese sistema?

-Sí, sí, lo que pasa es que no hay una cosa única, un dibujo único. Lo más importante es el sistema de juego.

-¿Jugará con un 9 ante Italia?

-Vamos a seguir con la línea de este torneo. Sí, sí. Pero es que Cesc también es un 9, no como lo que tradicionalmente se entiende, pero Fábregas ha acreditado sobradamente lo que es un goleador.

-Nadie definiría a España como defensiva, pero defiende como pocas...

-Es verdad que nadie diría que España es un equipo defensivo. No. Es un equipo que juega bien, que tiene la pelota, la posesión, y que también tiene profundidad. Creo que tenemos más profundidad que a lo mejor otros años. Pero es importante que en estos torneos cortos andemos también bien en el aspecto defensivo.

-Toni Grande, su segundo, habló días atrás de que Xavi debate cuestiones tácticas con ustedes. ¿Cómo funciona eso?

-Cuando aquel que manda se encierra en sí mismo y se comporta autoritario, en todos los sentidos, muchas veces es síntoma de debilidad. ¡Lo que sería raro es que no habláramos de fútbol los entrenadores con los jugadores! "Se juega así porque me sale de las pelotas...". Pues no, lo ideal es que participen de la idea, creo yo. Intento que todos participen. Yo utilizo mucho el "creo que lo mejor es esto", lo dejo caer, para que no se piense que es la verdad absoluta. El estar tan firme en algunas cosas puede ser peligroso.

-¿Cómo son esos debates?

-Son normales. Imagínate que un día veo un movimiento de que Iniesta se va a la banda y se lo tengo que comentar, ¡cómo no se lo voy a comentar! Principalmente para que los jugadores se sientan cómodos con lo que hacen, que sea más productivo. Pero no sólo con los del Barcelona, Xabi Alonso es también un chico reflexivo al que le gusta el juego, el análisis. ¡Cómo no voy a hablar con Xabi Alonso, que es como una extensión de los entrenadores! Hay unos que tienen más vocación de esto. O Sergio Busquets, que es ya un entrenador en el campo. Xavi, Iniesta. O Mata. No tengo ninguna preferencia, les encanta, ¡cómo no voy a hablar de fútbol con los jugadores! La disciplina no se impone, se logra. Con normas, ejemplo y comportamiento.

-¿Ellos tienen libertad para plantear lo que sea?

-Si ellos ven una cosa que estamos haciendo que no es buena tienen la obligación de decirlo y luego yo ya tomaré la decisión. Ha pasado con los asuntos de convivencia, aquellos líos del Madrid-Barcelona. No sé quién me dijo "oye, que Sergio Ramos y Gerard Piqué se llevan muy mal". ¿Cómo que se llevan muy mal? Pues estamos apañados, porque si nuestros dos centrales se llevan mal... Hablé un día con ellos a bote pronto y encantadores, encantadores. Cómo se van a llevar mal, ¡si tienen todo! Son chicos jóvenes, guapos, excelentes futbolistas...

-Pero se dio a entender que Xavi sugería nombres concretos, jugadores.

-Eso no es verdad, no ha sido en esos términos de si juega fulano o mengano. Xavi es un chico que entiende de esto del fútbol, no es un niño y sabe que no debe hablar de cuestiones de otro compañero, claramente. Se habla de conceptos, de detalles.

-Se refirió recientemente a la "renovación lenta" de la selección. ¿Puede ampliar esa idea?

-Es una teoría válida. ¿Por qué tenemos que estar renovando permanentemente el equipo? No se sostiene un equipo así, desde que llevo en el fútbol están siempre buscando, venga renovación. Ahora que tenemos un equipo, ¿por qué lo vamos a destrozar? Iremos renovando a medida que vayan surgiendo jugadores y que los más mayores vayan cayendo un poco. Eso es lógico, pero no vamos a hacer ninguna revolución.