Hoy, 8 de mayo de 2013 el Club Baloncesto Sevilla, Cajasol por su dueño y patrocinador, celebra su vigésimo sexto cumpleaños. Más de cinco lustros hace ya desde que en tal fecha del año 1987 naciera la entidad cajista. Aquel 8 de mayo de 1987 quedó constituida la sociedad Clubasa (Club de Baloncesto SA), la que sería célula embrionaria del equipo de baloncesto profesional de Sevilla.

Justo un mes después, el 8 de junio de 1987, los primeros dirigentes del club adquirieron la plaza del Dribling madrileño en la segunda categoría del baloncesto nacional (entonces denominada Primera División B) para iniciar una andadura que hoy sigue vigente en la Liga Endesa. Y lo hará también la próxima temporada, después de conseguir un año más la permanencia.

Desde que en 1989 lograra el ascenso a la ACB, el Cajasol ha participado ininterrumpidamente en la máxima competición española durante 24 temporadas, alcanzando la final liguera en dos ocasiones (95-96 y 98-99) y la de Copa del Rey en una (98-99). Además, hace dos temporadas disputó en Treviso la final de la Eurocup, segundo torneo del baloncesto continental, pero el primer título se le sigue resistiendo al Cajasol.

El conjunto sevillano es el décimo con más partidos disputados en la ACB. Acumulaba antes de esta temporada 839, a los que habría que sumar los 32 de la actual campaña. El total en la actualidad es de 411 triunfos y 460 derrotas.

En sus 26 años de vida, la entidad hispalense no sólo ha competido al máximo nivel, sino que se ha volcado en la promoción y fomento del deporte entre los más jóvenes, como demuestra la apuesta realizada por la cantera, una de las más laureadas del territorio nacional. No en vano, este curso, por ejemplo, jugaron en la competición de la ACB con el primer equipo tres canteranos, como Porzingis, Corrales y Radicevic, mientras que otros tres, como Burjanadze, Satoransky y Sastre, que llegaron con apenas 17 años a Sevilla, formaron parte de la primera plantilla.

El 27 cumpleaños lo celebrará igualmente en la máxima categoría del baloncesto nacional y también con un buen número de jugadores procedentes del filial, con la novedad, varias temporadas después, de volver a vestir con los colores verde y rojo en su primera equipación.