Gregorio Manzano sabe que hoy habrá puestas muchas miradas en su figura. Debuta como entrenador del Sevilla en Nervión y lo hace además después de las acusaciones de ciertos comentarios por parte de Quique Sánchez Flores. El morbo está servido, aunque el jiennense no entró al trapo. "No sé qué ha querido decir. Nunca he criticado a Quique Sánchez Flores y si tiene algún problema, le preguntaré mañana", dijo para zanjar la cuestión. Lo que le preocupa es su debut ante un gran rival.

"Afronto el partido con toda la ilusión del mundo -dijo-. Que ganemos en casa y que salga la afición satisfecha, ése es el objetivo frente a un rival de muy buen nivel con un espectacular inicio de temporada", dijo halagando al Atlético. Y también se mostró preocupado por el equilibrio, un concepto fundamental para él: "En el fútbol a los desmelenados les va muy mal. En la alta competición si algo debe tenerse es equilibrio, tanto defensivo como ofensivo".

Para ello, cuenta con el recuperado Renato como refuerzo: "Renato es una muy buena solución, dentro de sus características y de lo que pienso que puede aportar al equipo". Y matizó el buen hacer de Kanoute en Dortmund, recordando que le benefició la expulsión de Schmelzer: "Debido a eso encontró muchos más espacios para poder trabajar bien, como lo hizo. Cuando hay menos espacio, tiene más problemas porque le presionan muchos a la vez. Puede darnos mucho, ya nos ha dado mucho. Hace falta que esté fino, con buena mentalidad. Kanoute en plenitud de forma es un jugador distinto y muy necesario".

Sin dar pista alguna, aseguró que "el equipo diferirá mucho del jueves". "Por las circunstancias, por el rival, jugamos de local y será diferente en cuestiones mínimas. No entro en el debate de un delantero, dos o tres". Además, vio clave hacerse fuerte como local: "Las buenas clasificaciones se hacen como local, porque estás en tu ambiente, con tu gente y eso es lo que hay que retomar. Hay que tener una buena dinámica en casa. Y mañana es un buen día ante un buen rival".