Sevilla-atlético de madrid · la previa

No le falta ni un perejil

  • Al debut de Manzano en Nervión se unen más alicientes, como el pique de Quique o ver a los finalistas de Copa en otro capítulo de un duelo muy particular · Renato vuelve para darle la necesaria coherencia al centro del campo

El Sevilla-Atlético de Liga estaba predestinado a ser un partido especial desde cierta noche en el Camp Nou. Vuelven a verse las caras los dos contendientes de aquella final de Copa, 19 demayo, en la que Antonio Álvarez se ganaba el derecho de continuar en el banquillo de Nervión al hacer campeón a su equipo. Desde entonces, hace poco más de cuatro meses, han pasado muchas cosas. Tantas que ese carácter especial, que ya tienen de por sí los duelos entre sevillistas y atléticos, se ha multiplicado por el efecto de muchos factores. El principal de ellos es que Gregorio Manzano debutará como técnico en Nervión, cumpliendo así un anhelo personal. Pero no es el único. Por si el partido de esta tarde, en el horario tradicional de las cinco después de mucho tiempo, no tuviera suficientes ingredientes, el homólogo del jiennense le ha puesto su pizquita de pimienta con un pique algo fuera de lugar.

Las acusaciones de Quique Sánchez Flores hacia Manzano tildándolo de entrenador poco ético vienen a ser como el perejil que remata todo buen plato. Porque el guiso ya tenía ingredientes de sobra. Llega al Sánchez-Pizjuán el Atlético con muchas ganas de revancha por su derrota en el Camp Nou. Y además lo hace con la vitola recuperada de grande de España, como supercampeón de Europa y metido en la pugna de la zona noble. Este año sí, el conjunto rojiblanco parece que cumplirá con esa etiqueta con la que siempre parte de equipo aspirante y que luego él mismo se encarga de ir destiñendo hasta quedarse en otra frustración. Pero el inicio de curso del equipo de Quique, el mejor desde el doblete de 1996, indica que el Atlético es un serio rival para todo el que quiera pelear por los cuatro primeros puestos. Y el Sevilla es uno de esos miembros de la nobleza.

Aunque el cambio de entrenador pueda desenfocar la realidad, el Sevilla tiene intactas sus aspiraciones de una Liga que apenas está cumpliendo su sexta jornada. Queda mucho tiempo por delante, pero, al tratarse de un rival directo, los puntos que hoy se ponen en juego tienen más importancia si cabe, por aquello de las cuentas al final de curso.

El Sevilla de Manzano, con el indudable acicate del triunfo en Dortmund, se pone en escena ante los aficionados sevillistas, que en Nervión acumulan una decepción tras otra. Braga, Deportivo, PSG, Racing... Desde la inútil victoria ante el Barcelona en la ida de la Supercopa de España no salen felices los sevillistas de su feudo y el debut liguero del jiennense se presenta como la ocasión propicia para acabar con esa mala racha. Pero no será nada fácil ante un enemigo tan enconado y cualificado y la ayuda de una grada con el cuerpo más en caja tras el cambio de entrenador y el esperanzador debut de Manzano debe ser igualmente importante que el rendimiento del equipo por el que se decida el jiennense.

De entrada, Manzano habla de darle equilibrio a su equipo, tanto en defensa como en ataque. Es una incógnita el once titular con el que se presentará ante su nueva parroquia, pero parece que Renato, después de varios partidos ausente, está llamado a engrosar las filas del centro del campo, una línea clave que necesita de un jugador que cohesione el juego, de ese futbolista que enlace la medular con el ataque sin que se descomponga el equipo.

Manzano no quiso ayer dar muchas pistas sobre el once, ni sobre el sistema. Con habilidad, zanjó el debate sobre uno o dos delanteros diciendo que no es exclusivo de Sevilla, sino algo común en todos sitios, y que en todos los lugares es lícito dar opiniones al respecto. Y también dejó claro que el entrenador es quien tiene la última palabra. Lo que sí evidenció es que su principal preocupación es el equilibrio y para ello Zokora y Guarente deberían partir con la vitola de titular. El problema es que el jueves el Sevilla tuvo un partido muy exigente y sería conveniente dar refresco a algunas piezas, pero no parece que sean los dos medios los elegidos para ello si se atiende a esa premisa del equilibrio. Claro que se les podría pedir un esfuerzo añadido dado que la semana próxima para la Liga. Y eso mismo puede pensar Quique respecto de su equipo, que también jugó la Liga Europa el pasado jueves, aunque las bajas de Reyes, Agüero y Godín le dejan poco margen de maniobra.

En el once sevillista parece lógica la entrada en el once de Escudé en lugar de Alexis, al tratarse de un partido en el que el local va a llevar el peso del juego. O incluso de Kanoute, que podría disputarse el puesto de atacante con Luis Fabiano o Negredo. Es seguro el relevo de Konko por Dabo. Todo lo demás son incógnitas. En cualquier caso, a eso de las cuatro y pico se desvelarán las incógnitas al respecto del once titular. A esa hora, miles de sevillistas, con el ánimo recompuesto, se estarán dirigiendo a su asiento en el graderío del Ramón Sánchez-Pizjuán. El viento parece haber virado y al partido no le falta un perejil. El que falte deberá presentar una buena excusa.

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