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A cumplir con el trámite

  • Advertencia Paco Chaparro avisa a los jugadores béticos del peligro de relajarse antes de alcanzar el objetivo de eliminar al Castellón Novedad Más rotaciones en la alineación y estreno de Diego Segura

El Betis siempre ha mantenido una relación especial con la Copa del Rey y ese sentimiento es el que se quiere recuperar esta temporada, después de que en los dos últimos años el conjunto verdiblanco apenas lograra disputarla al estar metido de lleno en otra pelea más dramática como la de evitar el descenso. Paco Chaparro, conocedor de la idiosincrasia del beticismo, ya se ha encargado de recordar a los suyos que la Copa puede ser el camino para las alegrías y de ahí que no quiera confianzas. El 0-2 de la ida invita a la relajación, pero los que estuvieron presentes en Castalia ya contaron lo de engañoso que tuvo ese resultado, por lo que el Betis está obligado a plantear un partido desde la seriedad y la solvencia para evitar un tropiezo inesperado.

Para empezar, Chaparro colocará un equipo plagado de novedades, comenzando en la portería, en la que de nuevo jugará Ricardo, para acabar en la delantera, donde José Mari volverá a tener una oportunidad de congraciarse con los béticos. El resto del once también presentará variaciones, como ya ocurriera en la ida, y los Ilic, Melli, Rivas, Monzón, Juande o Rivera, que apenas disputan minutos en la Liga, tendrá una nueva ocasión de demostrarle al trianero que con ellos se puede contar para empresas de mayor rango. A éstos se suma un canterano como Diego Segura, que ya viajó a Soria pero que se quedó en el banquillo, y al que Chaparro le dará una oportunidad desde el inicio. A sus 24 años, el atacante ha encontrado la madurez en el filial verdiblanco y ahora podrá jugar en Heliópolis con la elástica del primer equipo, ocasión inmejorable para alzar la voz de los hombres de la casa.

Pero Chaparro ha lanzado varios avisos a sus jugadores, con el fin de evitar una desagradable sorpresa. El primero debe servir para que el equipo salga con la tensión necesaria desde el inicio y así evitar problemas innecesarios. Si el Betis es capaz de controlar el juego en los minutos iniciales, la tranquilidad debe llegar al equipo y a la grada, lo que repercutiría en las posibilidades de ofrecer un buen partido a los fieles, valientes en esta ocasión, que se acerquen a Heliópolis.

El segundo aviso lanzado por el técnico bético a la plantilla pasa por la necesidad de ofrecer alegrías a los béticos. Chaparro se ha tomado la Copa como una oportunidad de proporcionar noches mágicas a los suyos y para eso hay que finiquitar la eliminatoria ante el Castellón. El trianero tiene la espinita de la temporada pasada, cuando se vio obligado a plantear un equipo de circunstancias ante el Valencia, por aquello de que el Betis se jugó la vida en el mes de enero. Si todo transcurre con cierta normalidad, el equipo verdiblanco debe llegar con menos apreturas clasificatorias a esa fecha de la competición y de ahí la intención de ir a por todas en la Copa. O al menos hasta donde se pueda.

La tercera cuestión que debe evitar la relajación la marca el encuentro de ida, donde el Castellón se mostró superior por momentos al Betis, aunque el marcador dictara sentencia a favor de los intereses verdiblancos. Chaparro espera que el equipo sea capaz de mantener un mayor control del juego y, a la vez, que aproveche los espacios que se generen en la defensa visitante, que aumentarán con el paso de los minutos. La movilidad de Sergio García, José Mari, Diego Segura o Capi debe aportar el suficiente dinamismo para brindar una buena noche de fútbol a la parroquia bética, tan necesitada de la misma.

Abel Resino, técnico del Castellón, ha avisado de que su equipo no renuncia a la eliminatoria e incluso ensayó el lanzamiento de penaltis en la última sesión preparatoria, signo evidente de la confianza en poder dar la sorpresa en Heliópolis. El técnico no podrá contar con Nsue, el delantero que más quebraderos de cabeza costó en el partido de ida, aunque sí con Arana, jugador de pasado verdiblanco que querrá agradar en el regreso a la que fue su casa.

Chaparro quiere recuperar al Betis de las buenas relaciones con la Copa del Rey y, así, ha tratado de mentalizar a la plantilla de la importancia del partido ante el Castellón. No valen las confianzas ni las relajaciones, pese a que el 0-2 de la ida marque una clara ventaja para los béticos.

La plantilla está más obligada que nunca a cumplir con el trámite, a la vez que ofrecer una dosis de buen fútbol, uno de los objetivos que el técnico se ha marcado para los encuentros en casa. La presencia de los menos habituales debe servir como estímulo para otorgarle al partido un plus de agresividad, con la que poner fin a una eliminatoria encarrilada.

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