Eloy Ramírez: "Poder vivir y disfrutar del baloncesto en Sevilla es un sueño"
El utrerano habla de “ambición máxima” cara al próximo curso al frente de un Caja 87 al que llevó de ser colista al ‘play off’ l “Se está construyendo una identidad”, afirma

Sevilla/Apostó fuerte y ganó. Dejó un puesto cómodo de asistente en uno de los grandes de Primera FEB para recalar en uno de los colistas de Segunda FEB. Puerta grande o enfermería. Y por fortuna Eloy Ramírez (15-06-1987, Utrera) pudo demostrar que los años de trabajo en la sombra aprendiendo de Joan Plaza o Diego Ocampos, entre otros, habían agarrado. Sacó al Caja 87 del pozo y lo hizo soñar con el play off en su primer año de vida. Renovación ganada a pulso. Ahora habla con ambición de un nuevo proyecto con el que quiere seguir ilusionando y creciendo de la mano.
–¿Qué balance hace de un curso que acabó agridulce?
–La foto final de la temporada es positiva. Es cierto que queda un sabor amargo por terminar perdiendo cuando teníamos una buena ventaja, pero quedará para la historia del Caja 87 que en su primer año ya disputó un play off. Al final nos eliminó un equipo que ascendió. También subió Melilla y la temporada acabó con el Caja 87 siendo el único equipo que ganó allí.
–¿Satisfecho en el aspecto personal?
–Sí, porque como digo la foto final creo que es positiva. La situación del equipo en noviembre era delicada. Ha sido un año de mucho crecimiento y construimos una línea de trabajo que nos permitió clasificarnos para el play off cuando en noviembre éramos últimos.
–¿Le da la sensación de que se está construyendo algo importante más allá de haber puesto en marcha un proyecto nacido desde la nostalgia?
–Yo creo que se está construyendo una identidad. Se empieza a ver algo con lo que la gente se identifica o se quiere identificar. Eso para la ciudad es algo muy importante.
–¿Qué objetivos le han planteado desde la entidad?
–El primer objetivo es hacer la mejor plantilla posible, porque está muy difícil por el tema de los cupos, la NCAA..., aunque todavía es pronto. Confío en que vamos a poder hacer un buen equipo y que las aspiraciones serán máximas.
–Ahora al menos el nombre del Caja 87 le suena a la gente en el mercado.
–Ahora el club entra en el mercado en un tiempo y en una forma diferentes. El año pasado había que apostar por venir aquí. Esta pasada campaña ha habido muchos jugadores que han pasado por San Pablo y han visto el ambiente, los jugadores y agentes hablan entre ellos y saben cómo trabaja el club y estoy seguro que eso nos va a ayudar a la hora de fichar o renovar piezas.
–¿Ha evolucionado en esta campaña como entrenador?
–Hombre, claro. Al final siempre hay que evolucionar. Yo venía de dos temporadas siendo ayudante de Diego Ocampo y de Joan Plaza y este año he podido sacar todo lo que he aprendido de ellos y eso me ha ayudado en el día a día y ha ayudado al equipo.
–Esa etapa de ayudante ya queda atrás definitivamente. ¿Cuál es la impronta que quiere en sus equipos?
–Yo lo definiría como un equipo que quiere jugar rápido, que quiere defender arriba y jugar muchas posesiones jugando rápido y compartiendo el balón. El juego va por ahí.
–Va tres puntos arriba en los últimos 15 segundos, ¿manda hacer falta o defender?
–Falta. Para mí no hay debate. El romanticismo está muy bien, pero al final lo que cuenta es ganar o perder. Entonces, falta, hay que ganar.

–¿Le han salido más canas siendo primer entrenador?
–Seguro. Al final la responsabilidad es distinta, evidentemente. Las ganas de trabajar y la disposición son las mismas, aunque la responsabilidad es muy diferente.
–Ahora cambia la presión.
–Ya no tienes que salvar al colista y no ir más allá… Evidentemente ahora la presión está en hacer el equipo, construir la plantilla y ser capaz de cerrar un conjunto muy competitivo.
–¿Le suena más el teléfono como primer entrenador?
–Sí, claro. Me llama gente que antes no me llamaba. Pero bueno, eso forma parte de este mundo. Con educación y con respeto se habla con todo el mundo, entendiendo todas las circunstancias.
–¿Sin hablar de nombres, pero cuál es la idea que tiene de plantilla?
–La idea pasa por hacer una plantilla de posiblemente 11 jugadores. Quizá 2 si encontramos al final algo que nos cuadre por el que valga la pena hacer un esfuerzo, pero ahora la idea es de 11, teniendo en cuenta que del EBA habrá chicos que estarán estar en el día a día con nosotros, que van a entrenarse con el equipo y que nos van a ayudar, porque igual que este año los jóvenes han sido muy importantes el año que viene también. Porque aunque seamos 11, la idea es que el día a día sea con 14 ó 15 jugadores. Principalmente queremos empezar mejorando la plantilla a nivel físico, pero con la mezcla necesaria de talento. Pero el mercado es cierto que está muy difícil y muy parado.
–¿Condiciona mucho el tema de los cupos y que tengan que estar siempre en pista dos?
–Claro, esa regla condiciona en la en la configuración de la plantilla, porque durante el partido tienes que tener siempre en cuenta y, por regla general, no puedes ir al mínimo (cuatro) de jugadores de formación. Pero hay que afinar a la hora de estructurar la plantilla. Hay que tener los cupos.
–Y eso condiciona también el desarrollo de los partidos entonces
–Sí, porque tienes que estar pendiente de los cambios. Es cierto que este año pasado no tuvimos ese problema, pero puede darse. Pero a lo mejor por la configuración de la plantilla tienes un buen quinteto para la liga que no puede jugar junto por esa norma que te lo impide.
“La foto final del curso es positiva, pese al amargo final; hay que ver de dónde veníamos”
“Este año el club entra en el mercado mejor; el verano pasado había que apostar por venir”
–¿Es comprensible esa norma en Segunda FEB cuando no se da en ACB o en Primera FEB?
–Yo creo que es comprensible. Al final está jugando la en la Segunda FEB y es una manera de proteger al jugador de formación. Quizás ahora hay que darle una vuelta a todo con el tema de la de las universidades estadounidenses y esa fuga de talentos que se está viviendo, pero yo creo que lo que se busca principalmente es proteger al jugador español.
–¿No se está yendo todo un poco de madre con las universidades, los contratos NIL, las ansias de apuntarse al Draft…?
–Bueno, se está yendo todo porque está todo el mundo está esperando. Todo el mundo quiere jugar en Estados Unidos o cree que tiene opciones de jugar más arriba. Todo hace que el mercado esté siendo un poco diferente.
–¿Cómo fichan?
No existe la figura del director deportivo como tal, ahora mismo lo que hay desde el año pasado es una comisión deportiva en la que se hablan de los jugadores y se ponen los nombres y se estudian con los informes que estoy realizando yo ahora mismo y se decide, pero sí es cierto que hasta ahora la última palabra siempre la he tenido yo. Es una forma más de trasladarte la confianza en tu trabajo y en tu conocimiento.
–¿Hay que sevillanizar el equipo?
Siempre es bueno que la gente se identifique con jugadores. Si se tiene a uno de Alcalá, de Dos Hermanas o de Utrera al final es más fácil que gente de allí vaya a San Pablo, por ejemplo, y que gente de otros clubes de otras localidades se pueden sentir más identificados con el proyecto, porque al final hay un chaval de allí jugando.
–¿Y hacerlo más Caja?
–Yo creo que eso es importante con las renovaciones que se puedan dar, porque ya habría jugadores con dos años en el proyecto con los que la gente ya se identifica. Y luego está e tema del jugador sevillano, que es también una opción interesante, pero claro, hay las opciones que hay y el mercado es el que es.
–¿Y en ese sentido es una opción Orlov?
–Ha tenido una propuesta por parte nuestra y bueno, está el mercado como está parado y ahí estamos esperando.
–La espera, por nadie, puede ser eterna.
–El club se va moviendo, igual que se van moviendo los jugadores. Preguntas por uno, haces una propuesta, das un tiempo para obtener una respuesta y si no se pasa al plan B, que no es B por que sea peor, sino por la configuración de plantilla que piensas en ese momento. Todo es muy dinámico. No tenemos que olvidarnos que esto al final es un negocio. El mercado ahora mismo está parado, todo el mundo está esperando y que estar preparados.

–¿Con el play off la renovación era automática?
–Empezamos a hablar antes y la firmé cuando todavía la clasificación para el play off no era matemática. Eso dice mucho de la confianza de los hermanos Crespo y del proyecto. Me alegra ser parte del Caja 87 y espero que sea por mucho tiempo. Incluso cuando Joan Plaza llega a Andorra me tantea por si me cuadraba irme con él, pero yo estaba comprometido ya aquí y soy feliz. Estoy donde tengo que estar. Poder vivir y disfrutar del baloncesto en Sevilla es un sueño.
–Sobre todo después de todo lo que pasó en el AEK Atenas...
–La experiencia de Atenas ayuda para para lo que sea. Para la vida. No me sorprende lo que ha pasado en la final griega entre el Olympiacos y el Panathinaikos. Hay otra mentalidad, es otra manera de vivir el baloncesto, que es muy respetable, pero ahora no me sorprenden según qué cosas pasen allí.
–¿Y volvería allí?
–Sí, ¿por qué no? Soy entrenador de baloncesto y el entrenador de baloncesto tiene que estar preparado y dispuesto a ir a entrenar donde salga una oportunidad, siempre valorando por los pros y los contras.
–¿Le sorprende que alguien de Sevilla haya apostado así por el baloncesto?
–No, porque cuando los conoces y ves cómo funcionan sus empresas, cómo ellos viven el baloncesto..., al final es que es lógico que quieran apostar por un proyecto sólido en Sevilla con el que la gente se identifique. Aunque pareció una apuesta arriesgada, a día de hoy está claro que fue acertada.
También te puede interesar