Una endeblez que será más acusada en junio sin Emana

El partido del sábado del Betis en el Nuevo Colombino acepta muchas lecturas y es susceptible de diversas críticas. El equipo verdiblanco mejoró en algunas facetas del juego pero empeoró sensiblemente en una que se antoja definitiva para sumar los puntos en juego: la presencia en ataque. Emana fue baja tras su expulsión frente al Hércules y el equipo acusó esa circunstancia en exceso.

"Esta situación se repetirá en las cuatro últimas jornadas y tenemos que prepararnos para eso", expuso Víctor Fernández en vísperas de acudir a Huelva. A modo de inventario, su equipo iba a jugar por vez primera sin Emana, quien a últimos de mayo tendrá que dejar obligado la disciplina verdiblanca para concentrarse con Camerún, ya que es uno de fijos en la convocatoria de Paul le Guen para el Mundial de Suráfrica, que comienza cuando aún resta liga en Segunda.

El obligado experimento no funcionó. Emana es el futbolista más poderoso del Betis en ataque. Sergio García, Jonathan Pereira e incluso Capi y Juanma son jugadores débiles, con físico muy limitado ya de base por su complexión, y el equipo se resintió precisamente ahí. Apenas pisó el área con peligro, no disparó a puerta, no acoquinó al rival como suele cuando el camerunés pone la directa un par de veces. Sin esa potencia, y sin un refuerzo que palie precisamente esa carencia, el ascenso se antoja.