Casi un entrenamiento

Con un once en el que sólo repitieron dos hombres de campo respecto al del sábado ante el Athletic, que sí fue un partido de verdad, el Sevilla goleó casi sin querer a un Betis incapaz de mostrar oposición alguna. Cuando un contrario da tantísimas facilidades es difícil incluso hacer un análisis fiable. Aun así, hay que destacar que Unai Emery esbozó la idea del fútbol que quiere con jugadores que habían perdido el sitio, como Reyes o N'Zonzi.

Ambos fueron decisivos, por su templanza ante la tibia presión verdiblanca, para romper las líneas en apenas cuatro minutos. Un demarraje del francés por el centro, como un cuchillo en mantequilla caliente, abrió la inexistente resistencia de la medular visitante y permitió la conexión entre el utrerano y Mariano para hacer el 1-0. A partir de ahí, el Sevilla contemporizó y jugó a su antojo, sin pisar en ningún momento el acelerador de verdad, salvo cuando el Betis merodeó por la corona del área. Ahí enseñó los dientes.

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DEFENSA

Apenas un par de tiros lejanos, entre darditos de la grada, que blocó sin problemas Sergio Rico fue la escasísima aportación ofensiva de un rival que, en cuanto pisó terrenos calientes, se encontró con la intensidad de los medios centro y los laterales sevillistas. El partido de Rami y Kolodziejczak fue comodísimo, salvo en una salida en falso del primero ante Rubén Castro y en una errónea entrega del segundo. Escudero fijó con intensidad a Joaquín y Mariano apenas se las tuvo que ver con Portillo. Iborra subió el nivel de mordiente durante la fase en la que el Betis intentó apretar en la primera mitad, lo que le acarreó la amarilla, y eso fue todo. En el inicio de la segunda mitad, el equipo dio un paso atrás cuando el rival intentó apretar con cierta intención y cerró todas las vías sin despeinarse.

ATAQUE

Llorente apenas tuvo que intervenir, porque no pudo o no hizo falta, para que el Sevilla desarbolara al Betis. La jugada del primer gol ya dejó claro que, si pisaba a fondo, el Sevilla podría hacer un roto enorme a un equipo sin capacidad para destruir en la medular y con errores clamorosos en su zaga. Mariano y Reyes se compenetraron en la derecha mientras que en la izquierda Escudero abrió una vía que no supo leer Konoplyanka.

En general, el Sevilla jugó como sueña Emery. Los centrales abiertos, N'Zonzi retrasando su posición para sacarla con frialdad apoyándose en Iborra, Banega o los laterales, y Reyes acelerando el ritmo, con rápidos controles y combinaciones, en cuanto se pasaba de los tres cuartos. La salida de Kakuta, Krohn-Dehli y Gameiro le dio continuidad a esa vía abierta en la derecha. Los tres participaron en el 3-0 y los dos últimos, en el 4-0.

VIRTUDES

Manejar el partido sabiendo leer los tiempos y sin hacer excesiva sangre a un rival roto.

TALÓN DE AQUILES

Llorente y Konoplyanka desperdiciaron la ocasión de ofrecerse.

UNO POR UNO

Sergio Rico Seguro en los tres blocajes fáciles que hizo.

Mariano Salvo alguna pérdida por intentar arriesgar, en su línea de regularidad.

Rami Firme y concentrado, sólo dudó una vez ante Rubén Castro.

Kolodziejczak Va a más, aunque regaló un balón peligroso por querer jugarla.

Escudero Intenso y sin concesiones a Joaquín. Hábil para conducir cuando salió.

Iborra Mordiente y sobriedad, con y sin balón.

N'Zonzi Clave para sacar desde atrás el balón con limpieza, a la primera o conduciendo.

Reyes Muy metido. Con hambre y participación.

Banega En su línea positiva. Sólo bajó para desahogar cuando vio que hacía falta.

Konoplyanka Desaprovechó un partido que era un filón.

Llorente Falto de forma.

Kakuta Leyó bien los espacios y fue vertical. Buen gol.

Krohn-Dehli Entró al partido.

Gameiro Gol y asistencia a Kakuta en el último.