El equilibrio como nudo gordiano

El derbi sevillano: informe del Sevilla

Los de Emery, que han bajado en agresividad sin balón, siguen sin pasar su asignatura pendiente fuera de casa. Gran balance ofensivo, falta el freno.

El equilibrio como nudo gordiano
El equilibrio como nudo gordiano
Jesús Alba

19 de diciembre 2015 - 05:02

Uno de los grandes enigmas -puede decirse que el mayor- de este Sevilla es cómo puede cambiar tanto de jugar a domicilio a hacerlo en casa. Toda la intensidad, la vivacidad, el tesón y el empuje que le pone a su fútbol en el Ramón Sánchez-Pizjuán le cuesta una enormidad que aflore en sus partidos como visitante, en los que aún no conoce la victoria, exceptuando la de Copa ante un rival de Segunda B, el Logroñés.

Fruto de los profundos cambios que ha sufrido la plantilla, Emery trata de modelar un equipo con dos caras, un equipo poco agresivo cuando deja al rival mandar en el partido (ha echado en falta a jugadores intensos como Aleix Vidal o Mbia), y demoledor si se pone a generar fútbol en fase ofensiva, con un abanico muy amplio de recursos técnicos individuales y medios tácticos bien asimilados que le permiten hacer mucho daño a cualquier rival de cualquier nivel, como ha demostrado (Real Madrid, Barcelona, Juventus o Manchester City en su estadio).

Sin balón

Aquí puede estar el gran hándicap de este equipo al que le cuesta recuperar la posesión. Más allá de las bajas en el centro de la defensa, el problema se ha focalizado muchos metros más adelante. El hombre encargado de barrer, que además lo hace muy bien y a un nivel físico al que pocos pueden llegar, recibe muy poca ayuda. Si Krychowiak, que además se ha demostrado que no tiene sustituto, la temporada pasada recibía ya los toros picados, en ésta se ha visto impotente a veces para frenar embates de los rivales, ya sean en ataque organizado o en contras.

En el eje es Rami quien mantiene un edificio complicado de defender con unos laterales tan ofensivos como pide Emery. Ello exige una máxima concentración de los centrales, aparte de las ayudas de los medios centro en cada una de las bandas, una dinámica a la que a Kolodziejczak le ha costado a veces adaptarse.

Con balón

El Sevilla busca una salida limpia con la apertura máxima de los centrales y la ubicación de Krychowiak en el centro de una defensa de tres en fase ofensiva. Los laterales se convierten en extremos y los extremos, en interiores para provocar múltiples triángulos de asociación. Termina de condicionar el modelo el delantero que elija Emery. Fuera de casa suele optar por la capacidad de Gameiro de jugar al espacio, para complementarlo luego con un juego más directo con Llorente, un hombre capaz de bajar el balón, esperar a los compañeros, jugarlo con calidad y también de aprovechar el tremendo potencial que hay en las bandas con constantes subidas, desdoblamientos y centros. Coke, Mariano, Vitolo, Tremoulinas, Escudero, Konoplyanka... tienen muchísimo protagonismo, todo canalizado por un mago del balón como Banega, ideal junto a Krohn-Dehli para mantener la posesión.

Lo mejor

La cantidad de recursos y la calidad que tiene Emery en ataque. El juego exterior es letal y el interior, si aparece Banega (Reyes está jugando menos que el año pasado), también. La estrategia le ha dado menos frutos, pero con gente tan alta es para vigilarla.

Lo peor

Ha bajado en agresividad.

El perfil: Yevhen Konoplyanka

Alegría y el don que sólo tienen los elegidos. Desde antes de la Eurocopa 2012 lleva dibujando diagonales imposibles en el Dnipro y en la selección ucraniana, pero debe ser difícil salir de aquella especie de gueto futbolístico cuando, con sus tremendas dotes y después de ser pretendido por varios clubes grandes, tardó tanto en dar el salto a una liga mayor. El Sevilla apostó fuerte, muy fuerte, con la idea de rentabilizar el producto en dos años. Y la verdad es que el producto es una bomba. Yevhen Konoplyanka (29-9-89, Kirovogrado) está llamado a ser un crack mundial. Posee una capacidad para el desborde y para atraer rivales que tienen sólo los elegidos (actualmente Messi, Neymar...) y tiene personalidad e inteligencia futbolística. Con un talante bromista y alegre que se sale del estereotipo de jugador de la Europa del Este, lo que se ve desde fuera es que disfruta con el fútbol que interpreta. Donde más a gusto está es en la izquierda buscando el disparo con su mejor pierna, la derecha, pero no es ni mucho menos cojo con la zurda, con la que saca centros templados como el que finiquitó el último encuentro ante el Sporting.

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