Un insípido punto fue el botín que logró rescatar el Betis Féminas en su visita al Espanyol, colista de la Primera Iberdrola. Un empate que tiene poco, poquísimo sabor, y que debió ser un premio mayor para el equipo de Antonio Contreras, que acumuló numerosas ocasiones, sobre todo en la primera mitad, para regresar a Heliópolis con los tres puntos bajo el brazo. Pero no pudo ser y deberán conformarse, con afán de mejorar, con uno.
Un encuentro en el que las béticas, que vistieron de rosa en la ciudad deportiva Dani Jarque, fueron creciendo con el paso de los minutos. El asalto a la zona alta, objetivo de las hispalenses en caso de sumar los tres puntos en liza, deberá esperar después del empate consumado en la Ciudad Condal.
A la primera parte verdiblanca sólo se le puede poner un pero: el no haber anotado más goles. Al descanso, las verdiblancas se marcharon un una escasa renta. Un 0-1 que llegó por parte de Piemonte instantes antes de la media hora de partido, y que hacía justicia a lo visto sobre el césped hasta el momento. La italiana, que se estrenó como goleadora, logró ver puerta después de una gran acción de Irene Guerrero.
Antes, las visitantes ya pudieron poner tierra de por medio si Priscila, tras un buen centro de Paula Perea, o Szymanowski, instantes antes del tanto verdiblanco, hubieran estado más acertadas de cara a puerta.
Tras el tanto, las espanyolistas trataron de reaccionar. Y lo hicieron por medio de una vieja conocida de la parroquia helipolitana como es Yiyi, ahora en las filas blanquiazules. Sin embargo, el lanzamiento de la jugadora madrileña se topó con el larguero, que hizo de juez en un empate que no hubiera sido justo.Las mejores opciones hasta el final del primer tiempo, no obstante, eran verdes y blancas. O rosas, en este caso. Priscila y Rosa Márquez tuvieron una doble ocasión, mientras que Szymanowski, al borde del descanso, ponía el broche con otro disparo a un primer acto que caída del lado visitante.
La argentina fue la protagonista, para mal, en el inicio del segundo acto. Una falta de entendimiento entre ella y Gerard, guardameta bética, acabó con el tanto de Szymanowski en propia puerta. El tanto desconectó a las béticas, que vieron cómo el Espanyol pasaba a dominar el partido, aunque sin ser capaces de generar un peligro real sobre la meta verdiblanca.
Pero en el minuto 81, en una ocasión aislada, Débora terminó de despertar a los fantasmas béticos. 2-1, en pleno tramo final de encuentro, y con un equipo casi venido abajo. Pero el gol, al contrario de lo que pensaban los presentes, sirvió para espolear a las béticas. Y en la siguiente acción, Bea Parra logró hacer gol tras un centro de Abam, para firmar el definitivo 2-2.
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