La final de la Supercopa de España, que enfrentará al vigente campeón de Liga, FC Barcelona, y al campeón de Copa, Sevilla FC, se jugará, finalmente, a doble partido en agosto próximo, según confirmó este martes, en declaraciones a Europa Press, el secretario general de la Federación Española de Fútbol (RFEF), Jorge Pérez.

Como se recordará, en principio se había comentado la posibilidad de que, dado lo apretado del calendario que tendrán ambos conjuntos en el mes de agosto, el título se jugara a partido único y en campo neutral, aunque esta opción se ha descartado.

En este sentido, Pérez indicó que la decisión ya es firme, toda vez que no necesita de ser debatida en la asamblea de la Federación. "Lo que está regulado y planificado es que la competición sea a dos partidos, por lo cual tampoco hace falta llevarlo a la asamblea. Al contrario, sería la modificación en sí lo que habría necesitado de ser visto en la asamblea", apuntó.

La decisión ya ha sido comunicada "verbalmente" a los dos clubes, que la han aceptado sin problema alguno. Y es que el presidente sevillista, José María del Nido, comentó semanas atrás que tanto culés como nervionenses habían pedido ese partido único, para disponer así de más tiempo para preparar la Liga de Campeones que, en el caso de los blanquirrojos, implica tener que dirimir la previa de dicho torneo.

"Lo entienden --señaló a Europa Press-- porque saben que había contratos de por medio y no era un tema fácil de conseguir", añadió al respecto el directivo de la RFEF.

En cuanto a las fechas para los dos partidos de esta Supercopa, aún no se han decidido, pero tendrá lugar en el fin de semana del 14 al 15 de agosto o en el del 21 al 22 del mismo mes. "Es que no hay muchas más posibilidades. Vamos a esperar a que salga el calendario, pero no hay muchas más fechas", dijo Jorge Pérez.

Lo que sí está decidido también es que el primer partido se jugará en el campo del Sevilla, Ramón Sánchez Pizjuán, mientras que el segundo será en el Nou Camp de Barcelona, puesto que está establecido que el feudo del campeón de Copa del Rey albergue el encuentro inicial, y el de Liga el último y definitivo.