Con el fútbol de regreso

La mejoría exhibida ante el Valladolid levanta el ánimo del vestuario, pese al lunar de la puntería. Con el mejor Beñat de vuelta, los verdiblancos ganaron la batalla del mediocampo.

El entrenador del Betis, Pepe Mel, mira el reloj durante un entrenamiento.
El entrenador del Betis, Pepe Mel, mira el reloj durante un entrenamiento.
Samuel Silva / Sevilla

13 de febrero 2013 - 05:02

El empate ante el Valladolid dejó un sabor amargo en el Betis, que sólo suma dos de los últimos 12 puntos y que atraviesa una racha negativa de cara al gol, con sólo dos tantos anotados en los últimos seis encuentros -incluida la eliminatoria copera ante el Atlético- y ambos de penalti. Pero ante el conjunto pucelano los de Mel ofrecieron síntomas de recuperación e incluso acumularon méritos para haber conseguido un mejor resultado. Como ejemplo de esa mejoría aparecen Beñat, que volvió a exhibir esas maneras que lo llevaron a la selección española, o Campbell, al que ni siquiera sus periplos con Costa Rica le mermaron sus prestaciones.

Y es que el Betis recuperó el fútbol que pareció perder en las últimas jornadas. Para empezar, la presencia de Nono junto a Beñat y Rubén Pérez, con la ayuda de los centrales cuando fue necesario, permitió que el equipo bético se adueñara de la pelota -recuperó 15 balones más que su rival y acabó con un 58% de posesión-, a la vez que volvió a tener más llegada, aunque de los 22 remates que intentó sólo cinco fueran a portería.

Los números de Beñat en el partido también comenzaron a parecerse a los de su mejor versión. El vasco ofreció la pausa necesaria al juego bético a la vez que adquirió un rol más ofensivo, acumulando seis de las 13 asistencias de remate del equipo, a la vez que intentó seis de los 23 remates. La presencia de otros dos centrocampistas a su lado le permitió liberarse en parte de las tareas defensivas e incluso sólo realizó una falta en todo el encuentro, precisamente uno de sus hándicap en esta temporada.

El costarricense Campbell también ofreció su mejor versión, convirtiéndose en la vía de escape del equipo con sus desbordes e internadas, aunque erró en el remate en dos de las mejores ocasiones del equipo. Ése fue el lunar de los verdiblancos, con un Jorge Molina disminuido sin su socio Rubén Castro y con Pabón oscurecido por su colocación pegado a la banda derecha.

Con el fútbol de regreso, al Betis le siguen preocupando los resultados. La renta obtenida en la magnífica primera vuelta le permite olvidarse de la pelea por la permanencia, objetivo con el que se partió a comienzos del campeonato, y se mantiene a 16 puntos de la zona de descenso, que ahora mismo marca el Celta, pero su sueño de entrar en una competición europea empieza a complicarse. Después de 16 jornadas, el Betis salió de las seis primeras plazas y ahora mismo es octavo con los mismos 36 puntos que la Real Sociedad que es séptima, aunque sólo uno por debajo de Valencia y Rayo y a tres del Málaga, próximo rival que acudirá al Benito Villamarín.

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