El Betis regresó de vacío de su visita a Valencia, donde los verdiblancos, que bien pudieron empatar en la segunda mitad, vieron como los valencianistas hacían un gol tras una mano de Villa, el segundo, y otro después de una falta previa del delantero asturiano, el tercero.

Por ello Merino, que sustituyó en el banquillo de Mestalla al sancionado Paco Chaparro, fue quien compareció en sala de prensa, contrariado por un resultado que no consideró justo "por la buena actitud mostrada por el equipo".

En este sentido, el segundo entrenador heliopolitano expuso que, "en líneas generales, el Betis no jugó mal, pues remontarle al Valencia un 2-0 en su campo es algo muy difícil", explicó el linense, quien añadió: "En la segunda mitad corregimos los errores del primer tiempo y conseguimos reducir la diferencia, pese a que es difícil hacerle ocasiones al Valencia cuando está por delante. Es cierto que no creamos tantas ocasiones cuando tuvimos el control del choque, pero también lo es que nos faltó suerte en la acción de Juanito".

Con todo, Merino quiso sacar lo positivo de la derrota: "En todo momento intentamos jugar al fútbol, pero no fue el día del Betis. Los goles han llegado como consecuencia de contragolpes suyos, cuando a domicilio el que tiene que contragolpear es el de fuera. La defensa y el equipo en sí no han sabido contrarrestar el juego del Valencia, quizá por lo incómodo de la situación clasificatoria, porque todas las acciones de peligro llegaron de la misma forma".

El técnico también hizo referencia a la actuación del colegiado, que no estuvo acertado en las jugadas claves del encuentro: "Todos en el banquillo hemos visto que Villa se apoyaba en la mano, pero protestar no vale de nada cuando el árbitro ha concedido el gol. Desafortunadamente, llevamos siete semanas consecutivas en las que cuando se equivocan siempre es en contra, pero son personas y pueden errar", explicó el segundo de Chaparro, quien confía "plenamente" en que el Betis saldrá de abajo.