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Una inversión más racional

  • El acierto, más que el talonario, debe marcar el proyecto tras la experiencia con Llorente, con un 5% más para la plantilla pese a un 30% más de presupuesto

El Sevilla ha subido un escalón importantísimo al clasificarse por segunda temporada consecutiva a la Liga de Campeones por primera vez en la historia. Nunca antes ha jugado el Sevilla dos veces seguidas la fase de grupos de la Champions, tras la frustrante experiencia en agosto de 2010 ante el Sporting de Braga. Es el ansiado salto cualitativo que redundará positivamente en la configuración del nuevo proyecto, lógicamente. Esto, sumado al nuevo reparto televisivo, con un mínimo de 66 millones de euros garantizados, sitúa a los ingenieros de las finanzas sevillistas en una situación de privilegio. Pero el club no se va a volver loco a la hora de manejar esos dineros. La mala experiencia con Llorente invita a una inversión más racional, con algún esfuerzo importante, como el traspaso por Lucas Pérez o Dennis Praet, que están llamados a ser los fichajes más caros para el nuevo proyecto. En ello trabaja Monchi.

El Sevilla marcará un nuevo techo histórico en sus presupuestos, con un 30% más sobre los 100,2 millones del curso pasado. Es decir, unos 130 millones de euros. Son cuentas que están por definirse, pero no es difícil hacerlas a tenor de esos nuevos ingresos que se han incrementado por televisión y la garantía de un mínimo de 12 millones de euros por la fase de grupos de la Champions. El curso pasado, por ejemplo, el Sevilla situó en unos 26 millones de euros la previsión de ingresos por competiciones deportivas y éstos pasaron holgadamente de los 30 millones. Claro que para ello mediaron los 15 de la Champions y más de 15 de la conquista de la Liga Europa (amén de pequeños picos como la Supercopa de Europa). El presupuesto no va a variar mucho este año en este sentido, pero sí hay un incremento grande en cuanto a la televisión.

Sin embargo, la partida presupuestada para coste del primer equipo apenas se incrementará un 5% en el mejor de los casos. En la reunión del consejo del pasado lunes, a Monchi le prometieron que podía contar con un gasto para el primer equipo (nóminas y amortizaciones por traspasos) de 90 ó 95 millones de euros. Es decir, que en el mejor de los casos incrementará sólo un 5% con respecto a los 89,5 millones presupuestados para este apartado en el pasado curso. El director deportivo replicó que le podrían bastar con 80 ó 85 millones de euros, es decir, incluso menos que el curso pasado. Y la razón estriba en que el Sevilla les va a dar salida a varios jugadores con fichas medias o altas.

Es el caso de Banega y de Immobile, cuyo traspaso está por confirmar aunque tiene varias novias de peso en Italia e incluso fuera de Italia y en el Sevilla hay optimismo con su salida. También son los casos de Reyes y Beto, a quienes Monchi comunicó, en plena tormenta sobre su frustrada marcha, que el club no iba a ejercer la opción de renovar sus contratos.

Para redondear el presupuesto, el Sevilla cuenta con dar salida también a Llorente, el que más cobra con diferencia. El error de una apuesta tan fuerte ha marcado una cicatriz en los gestores sevillistas, porque precisamente darle salida al riojano es quizá el principal rompecabezas de la planificación en este mercado estival. De ahí que los nombres marcados para el nuevo proyecto no respondan al de grandes estrellas internacionales, sino al de futbolistas que cuentan con la confianza de Monchi y su equipo. El acierto, y no el talonario, debe marcar el proyecto.

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