Un invitado de última hora

Sentencia el refrán que la paciencia es la madre de la ciencia. Pero el consejo de administración del Elche careció de ella y en la sexta jornada de liga, tras caer su equipo con claridad ante el Hércules en el derbi alicantino (3-0), se ponía fin a la era Claudio Barragán en el banquillo franjiverde.

La salud alicantina pasaba por delicados momentos y se decidió entregar los mandos a José Bordalás, un técnico curtido en estas batallas. Poco a poco el equipo fue elevando el vuelo hasta asentarse en la zona tranquila, a la postre principal objetivo de la temporada. Pero con el paso de los encuentros el Elche se fue sintiendo más cómodo y ganando en confianza, lo que le ha llevado a colocarse a tres puntos del ascenso, echándole el aliento en el cogote al Betis. Un invitado que, a priori, no entraba en el bombo de aspirantes al ascenso, algo que se ha ganado por méritos propios en las últimas jornadas empatando ante el Levante (0-0) y tumbando al Hércules (2-0) en casa y venciendo en Cartagena (0-2) y en San Sebastián (0-1) a la Real Sociedad. Si su despegue no ha sido definitivo se debe a los tropiezos ante equipos de la zona media como Rayo Vallecano, Córdoba o Recreativo.

SIN BALÓN

El conjunto alicantino se siente incluso más cómodo cuando el esférico está en posesión rival. Desde Jorge Molina en primera línea de ataque hasta los defensas realizan una presión en todo el campo que acaba dando sus frutos. No es de extrañar, por tanto, que sea el contragolpe el arma más peligrosa del Elche, tanto en casa como fuera.

CON BALÓN

Usero y Acciari, pero sobre todo el segundo, llevan la manija del juego. Ambos son indispensables en el once inicial de Bordalás. El Betis tendrá que tener mucho ojo con el argentino, que parece estar pasando por una segunda juventud en el equipo levantino. Las internadas por la derecha de Saúl y por la izquierda suelen crear peligro. En la defensa carece de un hombre que sepa sacar el esférico jugado, por lo que la creación se fragua en la medular.

LO MEJOR

Es difícil no decir Jorge Molina después de que haya anotado 15 goles, pero el alma del equipo es el argentino Acciari. Además, es el segundo mejor conjunto lejos de su feudo.

LO PEOR

Los laterales, ocupados a día de hoy por Martí Crespí (derecha) y Ripa (izquierdo), son los que más dolores de cabeza está dando al entrenador franjiverde.