Escuchaba Vitolo con curiosidad la referencia histórica que hacía Del Nido recordando la anécdota de un jugador canario como él que dejó una honda huella en el Sevilla. Tonono, amigo íntimo de jugadores como Paco Gallego o Enrique Lora, estrechó tantos lazos con el club y con Sevilla que prometió que llevaría su escudo en la solapa hasta su retorno a Primera tras descender en 1975.  Tonono murió repentinamente de una hepatitis vírica y fue enterrado con el escudo del Sevilla.

Y el futbolista llega a Nervión con una ilusión nueva. Tanto que ha decidido cambiarse de nombre y ha pedido a los responsables de prensa del club que lo llamen a partir de ahora por su nombre y primer apellido, Víctor Machín. "Es por una cuestión de madurez. Empiezo un nuevo proyecto en mi carrera, vengo a una nueva ciudad, un nuevo equipo y me gustaría que me llamaran así. Nada más". Y así aparecía ayer escrito su nombre en la web del Sevilla, donde algunos vinculan su llegada con la salida del club de Jesús Navas. Para empezar, aunque es diestro, Vitolo ha marcado 15 goles en Las Palmas jugando de extremo izquierdo, puesto en el que va a competir con Perotti al pasar, en principio, Reyes a ser jugador de la banda derecha.

"Víctor es un jugador de banda, sí, pero un jugador nuevo en este equipo y vengo con muchas ganas de empezar a trabajar con este grupo", decía el futbolista de 23 años, que confirmaba a los medios el interés que otros clubes, entre ellos el Betis, habían puesto en contar con sus servicios. "Es cierto que ha habido rumores, pero tanto el presidente como Monchi fueron los que más apostaron por mí, y desde que he lllegado han demostrado mucha confianza y cercanía. Estoy muy contento de estar aquí y entre todas las ofertas, sentí la ilusión de esta entidad por mí. He venido al club más grande que hay en Sevilla", espetó.