No hay manera de que el Sevilla de Emery dé un golpe en la mesa cuando visita a alguien de un nivel no ya superior, sino similar. Le falta vuelo, capacidad intimidatoria. Se queda en un quiero y no puedo. Su fútbol llega hasta donde le marca el rival, no más allá. Mikel Rico e Iturraspe plantaron sus reales, azuzaron a los suyos y la pretendida presión adelantada que ensayó el Sevilla en los primeros compases del encuentro se volatilizó. Mbia volvió a perder el sitio, arrastró a Krychowiak y un equipo que pretendía acabar la décima jornada como líder salió de Bilbao con la certeza de que las máximas exigencias le siguen pudiendo.

El 29 de marzo, en la jornada 31ª de la pasada Liga, el Athletic alineaba ante el Atlético el mismo equipo inicial de ayer, con la salvedad del central San José por Etxeita. Y como ayer, se puso 1-0 al cuarto de hora. Pero los colchoneros pusieron arrestos, recursos técnicos y de los otros para domar a los leones, remontar con goles de Diego Costa y Koke, y dar un paso clave hacia el título. Plantear que este Sevilla tiene capacidad para repetirlo es hoy utópico. Emery lo sabe.

Defensa

El balance defensivo no fue lo peor en San Mamés. El gol fue un latigazo que se sacó Aduriz. Cuestión de recursos. Peor fue el tramo posterior a ese golpe al mentón, con el Sevilla aturdido, Mbia sin saber hacia dónde acudir y obligando a los centrales a salir de su zona. En ese rato, la movilidad de Susaeta y De Marcos, mientras Carriço se peleaba en un duro cuerpo a cuerpo con Aduriz, pudo matar el partido.

La lesión de Aduriz antes del descanso hizo respirar a los centrales sevillistas, que actuaron con solvencia más arriba, cuando en la segunda parte el Sevilla dio el paso adelante. Pareja sujetó a Muniain en espacios más abiertos, mientras Krychowiak trataba de multiplicarse ante los contragolpes vascos.

Ataque

Naufragó la transición de los ataques hasta la zona donde queman las papas. Ni Mbia ni Krychowiak cruzaron líneas para servir buenos pases a los mediapuntas, ni éstos se buscaron los espacios para progresar. Aleix Vidal y Vitolo se dejaron arrastrar por el frenético ritmo de Rico e Iturraspe, los que invitaron al resto del Athletic a sacudirse esa presión inicial del Sevilla y trasladarla a zonas cercanas a Beto.

Banega entró por Mbia en la segunda parte y dio más control e iniciativa a los suyos. Ayudó que el Athletic diera el pasito atrás. Pero el argentino tampoco unió las líneas, no lanzó a los atacantes, que jamás se pusieron de gol. Denis no cejó en su empeño, pero aún está crudo para batallas de tanta exigencia y salió despedido de más de una jugada. Bacca, por su parte, continúa atascado, sin ganar un balón por alto o de espaldas para ejercer de pantalla. Nada de nada. Los laterales subieron con criterio, pero es tan tibia la presencia del Sevilla por arriba en esos balones colgados desde los extremos...

Virtudes

Al menos, no se descompuso y se mantuvo vivo hasta el final.

Talón de Aquiles

Cuando llegan las exigencias de verdad, su capacidad intimidatoria baja mucho.

Uno por uno

Beto En el gol el balón voló con mucha violencia, muy difícil responder a eso. Sacó el pie derecho como suele en un complicado tiro cruzado y raso.

Coke Pareja y Krychowiak le echaron a veces una mano ante Muniain. Lo aprovechó para subir y progresar, por dentro y por fuera. Le faltó culminar. 

Pareja Mejor al corte, cruzándose e imponiéndose por arriba, que al sacar la pelota.

Carriço Valiente con Aduriz.

Tremoulinas La única buena noticia por la zona izquierda. Capacidad para fabricarse él solo la jugada y crear peligro. 

Mbia Otro partido con el sitio y el toque perdidos. 

Krychowiak Maniobró en inferioridad ante los rivales, se multiplicó pero se quedó sin aliento con minutos por delante. 

Aleix Vidal Ha perdido parte de su despliegue físico, aunque siga su voluntad de hierro. 

Denis Suárez Aún no está para tanta responsabilidad, puede ser un gran acompañante, pero no el núcleo que enlace a medios y delanteros. Inocuo a balón parado.

Vitolo Acusó la inactividad.

Bacca Ahora es incapaz de plantear un pulso a cualquier central.

Banega Control sin pases de los que hacen daño.

Gameiro Se le fueron largos algunos controles que pudieron ponerlo de gol.

Iago Aspas Está con la chispa y la confianza adecuadas y se vio en los escasos minutos que le dio Emery.

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