La nueva lesión grave sufrida el pasado miércoles por Ronaldo desató ayer en Brasil una ola de acusaciones al PSV Eindhoven holandés, al que se acusa de utilizar esteroides anabólicos para aumentar la masa muscular del delantero en su juventud, palabras que desencadenaron más tarde el despido del médico que protagonizó estas acusaciones.

Según Bernardino Santi, coordinador de control antidopaje de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) en Sao Paulo, existe una fuerte sospecha de que el club holandés, que fichó a Ronaldo en 1994, incluyó esteroides anabólicos en el programa de preparación física del jugador, que desarrolló una musculatura incompatible con la estructura ósea de su rodilla. "Hablé con colegas de Holanda que conocen a la gente del PSV. No llegué a hablar con los médicos del PSV. Ellos suministraron suplementos (de vitamina) a Ronaldo, que era muy canijo, y entre esos suplementos incluyeron algunas sustancias anabólicas que podrían hacerlo crecer algo más", dijo el facultativo, en declaraciones que publicó ayer el diario Folha.

Santi está convencido de que ese proceso es responsable de los problemas de lesión de Ronaldo: "Es la consecuencia de haber crecido más allá de lo que su musculatura estaba preparada para crecer". El médico agregó que los problemas causados por los esteroides anabólicos son aún más graves en el caso de Ronaldo: "Él ganó masa muscular de forma muy rápida, cuando todavía no había alcanzado la madurez. La factura por el uso de los esteroides aparece en 15 ó 20 años".

Otro en pronunciarse fue el legendario Sócrates, experto en medicina deportiva: "Ésta era una lesión anunciada", afirmó.

Tras las palabras de Bernardino Santi acerca de la lesión de Ronaldo, la CBF lo despidió de su cargo de coordinador de control antidoping en Sao Paulo. "Fue destituido a raíz de las declaraciones que dio. La CBF no consideró como apropiadas sus declaraciones sobre un jugador que vive un momento tan delicado", expresó un portavoz de la entidad para justificar el despido.