MUNDIAL 2026
España, encuadrado junto a Uruguay, Arabia Saudí y Cabo Verde en el Grupo H

Del milagro a la defunción

Betis-málaga · el otro partido

El penalti de Rubén Castro fue el reflejo de lo que ha sido la temporada de un Betis muy mal parido en lo deportivo y un desastre en lo institucional.

Foto: Antonio Pizarro
Juan Pinto / Sevilla

01 de abril 2014 - 05:02

El bético se acostó anoche pensando en lo cruel que había sido el destino, de nuevo, con su equipo, al que en tres minutos se le fue el partido. Pero si lo analiza con frialdad, el guión fue un calco de lo que ha sido el Betis a lo largo de una de las peores temporadas de su historia. Unas veces Jordi Figueras, otras Chica -da igual que juegue de lateral derecho o izquierdo porque tarde o temprano da la de arena-, como ante el Málaga, y hasta Rubén Castro ha fallado este año en muchos momentos clave... Al final el destino le da una bofetada a los de Heliópolis para encajar una dura derrota que hace que el conjunto de la Palmera tenga casi los dos pies en Segunda División.

¿Por qué? Porque el calendario hasta que acabe la Liga es demoledor; porque la temporada dura nueve meses, no el tiempo que lleva Gabriel Humberto Calderón dirigiendo al equipo; porque la planificación deportiva ha sido pésima; porque institucionalmente el club es un desastre; porque sus dirigentes no están a la altura; porque tres entrenadores en un año equivalen a un descenso... Y así hasta mil razones para explicar lo que va a ser el descenso a la Liga Adelante.

La regeneración urge de manera inmediata en todas las parcelas de la entidad, y en la Junta del pasado viernes se debió dar el primer paso. Pero nada de eso ocurrió. El nuevo administrador judicial, Francisco Estepa, asumió el rol de José Antonio Bosch, quien tanto daño ha hecho al Betis por mucho que la prensa del régimen lo haya defendido, y dio continuidad a lo que ya había, con un presidente, Manuel Domínguez Platas, y un consejo formado con gente como Diego García León, administrador único de una empresa de comunicación que le ha trabajado a la oficina de representación en la que es titular su cuñado y que tiene relación con la entidad a la hora de representar jugadores. Y no pasa nada.

Ése es el problema del Betis. Cualquiera puede ser presidente, el administrador judicial ni siente ni sentirá en verdiblanco, que se rio de las propuestas de transparencia de PNB, con el apoyo de BXV y Manuel Castaño, algo nada habitual. Y encima, Estepa tuvo la desfachatez de alabar a Bosch en una enorme falta de respeto al beticismo. Y van...

El Betis ha pasado por momentos muy tristes a lo largo de los 107 años de historia que cumplirá el 12 de septiembre, pero lo de esta temporada roza el ridículo y el surrealismo. Pero mientras la juez Alaya no tome una decisión definitiva, el show seguirá para vergüenza de una afición que este lunes respondió agotando todas las entradas que el club puso a la venta dentro de el Día del Socio.

El bético de a pie está quemado, harto, sin ilusióny sin saber qué hacer ni dónde mirar. Contempla con amargura el daño que la clase dirigente le sigue haciendo, y que anoche vio cómo la travesía por el desierto ha comenzado. Sin estabilidad institucional, la estabilidad deportiva brilla por su ausencia, y cosas pasan como las del partido ante los costasoleños, donde la afición pasó de soñar con el milagro de la salvación a ver cómo su equipo firmaba su defunción.

5 Comentarios

Ver los Comentarios

También te puede interesar

Lo último