Con las dudas sobre una posible autoventa de acciones aún no resueltas y la situación legal de Lopera respecto al Betis en absoluto solucionada, la declaración del ex máximo accionista ante la juez Mercedes Alaya el pasado día 14 cuenta con un capítulo desconocido hasta ahora pero relevante: Lopera pudo fingir sentirse indispuesto para eludir enfrentarse con la titular del Juzgado de Instrucción número 6 de Sevilla. 

Aunque la teoría dictaba que la temprana llegada de Lopera a los Juzgados (prácticamente dos horas antes de la cita fijada por la juez Alaya) venía motivada por su intención de eludir a los informadores y a cualquier grupo de aficionados que allí le aguardara (presumiblemente) para increparle, su decisión de adelantar su presencia en el Prado pudo obedecer a una estrategia preconcebida para evitar pasar el trago de declarar. 

En torno a las nueve de la mañana del mencionado día 14, Lopera, ya en las dependencias judiciales, le habría comunicado a la juez instructora del caso que se estaba sintiendo mal, que sentía palpitaciones y que consideraba no estar en condiciones de declarar. 

Ante esta situación, Mercedes Alaya le indicó que debía ser reconocido por el médico forense que cubría el turno de guardia en las dependencias judiciales, el cual dictaminaría su situación médica a efectos de mantener su prevista declaración. Una vez reconocido, el dictamen del forense indicaría que Lopera se encontraba perfectamente y que en absoluto sufría palpitaciones, como el encausado alegaba, y que por lo tanto debía aguardar en los Juzgados hasta ser citado a declarar. 

Luego, Lopera pasó a declarar ante Mercedes Alaya 25 minutos después de lo previsto, sobre las 10:55, pero en ningún momento de su larguísima declaración habría mostrado debilidad o indisposición, salvo unas lágrimas que afloraron al ver la que podría venírsele encima. Hasta las nueve de la noche estuvo el dirigente ante la magistrada y mostró un perfecto estado de salud. El abogado de Lopera, José María Calero, desmintió ayer esta información tras leerla en la edición digital de este periódico.  

Además, Alaya emitió ayer un auto por el que el vicepresidente Ángel Martín deberá declarar como imputado el 30 de este mes a las 10:30 horas. El miércoles lo hizo Guillermo Molina, administrador de Tegasa, de quien Lopera dijo que le "llevaba las cuentas". Mientras, los abogados del ex máximo accionista presentarán una querella contra la juez Alaya por prevaricación, confirmó Radio Sevilla.