El derbi sevillano · informe técnico

La película del curso en noventa minutos

  • Nula fiabilidad, no tener el control del partido, no poder sacar el balón de atrás... el Sevilla reedita los defectos de todo el año.

El análisis o el resumen del derbi jugado por el Sevilla podía serlo de muchos partidos en esta temporada, en la que la planificación, por un lado, con la confección de la plantilla y, por otro lado, las decisiones caprichosas y contumaces de los entrenadores han terminado por dibujar un equipo sin fiabilidad alguna. ¿Podía servir el mismo análisis del partido contra el Villarreal en casa, que significó la destitución de Marcelino? O más cerca en el tiempo, ¿podían ser los de los empate del Atlético o el Levante?

Incapaz de tener jamás el control del partido; amparado en un futbolista, Medel, que es una pirotecnia al que se le deja pasearse solo con una mecha encendida por el almacén; con una defensa y un portero que se empeñan en sacar el balón jugado desde atrás sin poder jamás hacerlo; con un equipo roto en dos con una legión de delanteros a los que se les van sumando más con los cambios...

El Sevilla repitió ante el Betis todo lo exhibido durante el ejercicio y por eso, por su incapacidad supina, para ser un equipo con un mínimo de fiabilidad, ni siquiera le valió golpear primero.

Defensa

En la primera parte sufrió mucho en el costado en el que Luna, desubicado, no podía con Jefferson Montero. Y, paradójicamente, las jugadas a balón parado a favor empezaron a meter al Betis en el partido. Contragolpes tras faltas y córners mal sacados y mal culminados, así como las salidas a la desesperada de Medel fuera de sitio terminaban de descontrolar el sistema defensivo y encima, como en la primera vuelta, el que no jugara Escudé hacía que Fazio fuera el que tuviera que salir a tapar la zona del chileno. Y así llegó la falta del 1-0.

En la segunda mitad, el vacío en el centro del campo se acentuó tras la salida de Trochowski, la entrada de un punta más (Babá) y el cansancio de Negredo.

Ataque

El juego y las ganas de Negredo fueron claves en la primera parte, así como los movimientos de Manu. Luego, todo fue a mucho peor. El balón empezó a verse como un enemigo y sacarlo desde atrás fue un suplicio, provocando pelotazos y robos del Betis en zona de máximo peligro. Los recursos de Míchel fueron cambiar las posiciones de Manu y Reyes y dar entrada a Rakitic y a Babá, restando peldaños y fortaleza al centro.

Virtudes

La salida al partido y la motivación de Negredo hasta que tuvo fuerzas. Atrás, el oficio de Cala.

Talón de Aquiles

Muchos y antiguos defectos.

Uno por uno

Javi Varas. No tiene la cabeza donde la tiene que tener y lo acaba pagando el equipo. Mal en las dos faltas, aunque peor en la primera. ¿Un asunto mal gestionado el de la portería?

Luna. Otro ejemplo de la mala planificación. Jugó a contrapié y sufrió con Jefferson Montero.

Cala. El más serio de la defensa. Casi siempre atento, rápido y con carácter. Algún desliz, pero pocos.

Fazio. Hacía lo que podía con sus condiciones y además, como en el derbi de la primera vuelta, al no estar Escudé tenía que ser el que saliera a tapar las huidas de Medel. Sus despistes habituales.

Fernando Navarro. Un partido correcto hasta esa faltita al final.

Medel. Es un jugador que, pese a su despliegue, acaba siendo dañino para su equipo. Pierde el control, el sitio, los nervios... Quizá más arropado funcione.

Jesús Navas. Junto con Negredo, quien más lo intentó, pero a veces se le ve solo, impotente.

Trochowski. Hizo la jugada del gol y luego se mostró fallón, pero al final su ausencia se nota.

Reyes. Un mal partido del utrerano. Tenía la ocasión de meterse definitivamente a la afición en el bolsillo y la tiró. Ni por la izquierda ni por el centro.

Manu Como siempre, más efectivo en movimientos sin balón que cuando el gol se le presenta. Tuvo el partido.

Negredo. Una gran primera parte, con gol, con ganas, con mucho trabajo para el equipo... En la segunda mitad, cansadísimo, quizá debió haber salido.

Rakitic. Solucionó poco arriba y dejó espacios en el medio.

Babá. Buenos e interesantes apoyos, pero sólo eso.

Luis Alberto. Interesante pero individualista. Le falta humildad.

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