Los nuestros | Daniel Bajo, culturista natural

Un policía de firmes valores

  • Este Policía Nacional descubrió que podía competir como culturista sin estar bajo los efectos de los anabolizantes

Daniel, durante una competición

Daniel, durante una competición / MG

Daniel Bajo es un Policía Nacional algo atípico y con una faceta muy peculiar: siempre ha estado vinculado al deporte durante toda su vida, en el que empezó por el atletismo con tan sólo 8 años. Es culturista, pero no un culturista cualquiera, ya que compite en la categoría de culturismo natural.

A lo largo de su vida Daniel ha podido observar cómo el hecho de que dentro de los gimnasios exista la posibilidad de obtener anabolizantes con suma facilidad y que sea una cultura tan extendida y se vea como algo normal. "Yo vi por primera vez una aguja con 15 años, para los más jóvenes es delicado tener eso tan al alcance de la mano y verlo como lo normal", asegura.

Durante muchos años se ha extendido la afirmación la cual dice que todos los culturistas están bajo los efectos de anabolizantes y por eso consiguen esos cuerpos voluminosos y perfectamente marcados. Y, aunque en la gran mayoría es así, hay muchos deportistas que prefieren competir de manera limpia y no caer en las garras del "dopaje permitido". Realmente no es que se permita, sino que se suele hacer la vista gorda, ya que es sabido por todos que la inmensa mayoría compite bajo el efecto de los anabolizantes.

De ahí nace la competición de culturismo natural, de la necesidad de muchos deportistas de competir de igual a igual y sin la necesidad de haber recurrido a este tipo de dopaje.

A pesar de ser autodidacta en su entrenamiento, Daniel conoció la escuela de culturismo natural, en la que aprendió a realizar un entrenamiento mucho más completo y en menor tiempo, mientras que su dieta y alimentación siguen siendo propias. Eso sí, ahora en vez de tener que entrenar 6 días semanales, le dedica cuatro con dos horas de trabajo diario, algo que, además, puede compaginar a la perfección con su trabajo, ya que tiene un horario fijo.

Daniel pisó un gimnasio por primera vez a la temprana edad de 13 años y desde ahí nunca ha parado de visitarlo en diversas ocasiones. Su pasión por el deporte siempre ha estado latente en él y no ha querido nunca desvincularse. Un compañero de trabajo le preguntó por qué no competía, a lo que él contestó que no quería estar bajo los efectos de ningún tipo de anabolizante si ésa era la condición para participar. Su compañero le advirtió de que existían más competiciones además de las más cotidianas en las que los deportistas competían bajo análisis de orina y, ojo, bajo la prueba del polígrafo.

Quizás pueda parecer algo surrealista que a un deportista se le aplique el polígrafo, algo que se suele utilizar en Estados Unidos en juicios de especial peligrosidad, ya que allí se considera una herramienta muy fiable con los criminales.

En definitiva, esta variante culturista nació gracias a muchos deportistas que deseaban mostrar los valores de un deporte limpio, en el que todos puedan competir en igualdad de condiciones y no tener que acudir a métodos extradeportivos para alcanzar los objetivos.

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