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Un problema de confianza

  • Con Lopera jugando al despiste, las condiciones de Hugo Galera y Béticos por el Villamarín se antojan claves. PNB retira la acusación contra Ángel Martín.

Con los focos en Manuel Ruiz de Lopera, la clave final de todo este proceso negociador, los movimientos se siguen sucediendo en torno a la venta de su paquete accionarial, en la que la desconfianza aparece como palabra clave en todas las partes. Si nadie se fía del empresario de la calle Jabugo, pese a lo que transmitieron sus abogados, Lopera también se mantiene alerta incluso con sus habituales, sobre todo después de que Por Nuestro Betis (PNB) haya retirado la acusación que había realizado sobre Ángel Martín, un movimiento inesperado y que produce suspicacias incluso sobre la lealtad de éste en un momento decisivo.

Si esto ocurre entre la gente más cercana a Lopera, en el otro frente buena parte de las miradas se dirigen a Hugo Galera y su plataforma, Béticos por el Villamarín, que también pretende colocar sus condiciones para el posible acuerdo. A las reticencias del ex presidente de abonar una alta cantidad de dinero tanto a Lopera como a Luis Oliver, algo sobre lo que ya se manifestó en contra hace casi un año, se añade esa disposición del Betis del futuro, en el que a Galera -o al menos a alguien cercano- le gustaría contar con un papel relevante y en el que no existiera el dominio absoluto de ninguno de los grupos que vienen organizándose desde hace años.

Éstas y otras cuestiones serán las que este jueves se traten por parte de Béticos por el Villamarín, aunque el propio Galera ya departió a principios de esta semana tanto con Ángel Haro como con José Miguel López Catalán, de los que quiso conocer de primera mano los planteamientos previstos en esta negociación para cuando se produjera el acuerdo final con Lopera.

Desde Por Nuestro Betis ya se han hecho públicas sus peticiones, con ese reparto de unas 20.000 acciones que se pondrían a la venta a un precio de 120 euros, con una serie de condiciones de años de socio, y otro paquete de unas 40.000 que tendrían un precio de venta de 435 euros y que sería al que optarían los futuros hombres fuertes de la entidad -Haro ya apuntó que entraría en esa compra incluso con esa elevada cuantía-.

Esas condiciones todavía no han sido del todo consensuadas por las distintas plataformas, de ahí que se espera a la reunión de hoy de Béticos por el Villamarín para que plantee sus requisitos, tanto en lo referido al reparto de esa venta de acciones como a otras cuestiones paralelas que determinarían el organigrama de poder del Betis.

Con esas asperezas todavía por limar entre las plataformas -con buena sintonía hasta el momento-, Lopera continúa con su teatrillo. Al almuerzo del pasado viernes con sus colaboradores desvelado por este periódico, del que nadie salió con una idea clara de lo que piensa, se sumó esa manifestación de aficionados del pasado lunes en la calle Jabugo, en la que le solicitaron que no firmara el acuerdo y que provocó una reacción del propio Lopera propia de otros tiempos. "Ahora que se va a esclarecer todo quieren firmar un acuerdo corriendo", llegó a decir a sus seguidores.

El diario As indicó este miércoles que el 19 de octubre era la fecha elegida para firmar el acuerdo en una notaría sevillana, aunque todavía nadie se atreve a asegurar que será la jornada definitiva. Y es que la desconfianza sigue presente en esta negociación.

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