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Un solo desajuste y la hecatombe

  • Las buenas intenciones del Sevilla terminan con un error de la zaga al tirar mal la línea en un fuera de juego Negredo y Reyes nunca conectaron el ataque mientras hubo partido

El Santiago Bernabéu es, posiblemente, el estadio donde más caro se paga cualquier error, por nimio que sea. Eso exonera en parte la abultada derrota del Sevilla, pero en una mínima parte. El plan de Unai Emery para contrarrestar el potencial de un Real Madrid más ofensivo que nunca por las rotaciones de Mourinho no duró ni 20 minutos. Bastó un desajuste de la defensa, que se partió en dos al tirar la línea del fuera de juego, para que se desencadenara la hecatombe, al propiciar el 1-0, al que también coadyuvó un golpe de infortunio. Pero no fue el único error. Mientras hubo partido, el ataque amagó mucho y no pegó nada, entre otras cosas porque la imprecisión de Negredo y la intermitencia de Reyes impidieron la conexión una vez rota la línea de presión madridista. Que fuera excesivo el castigo es lo de menos. Lo de más es que el Sevilla fue blando en los dos frentes.

Defensa

Emery intentó acorazar su sistema defensivo variando el habitual 4-2-3-1 hacia el 4-1-4-1. Maduro se ubicó por delante de la defensa y el Sevilla se pertrechó para esperar la hora de salir. La idea era no dejar mucho espacio al Madrid y evitar en lo posible que montara contragolpes cuando saliera el Sevilla. Todo se vino abajo con un balón a la espalda de la retaguardia. Spahic y Fernando Navarro se quedaron mientras que Fazio y Coke salieron, dejando el camino expedito a Higuaín y Cristiano Ronaldo. Poco después, el portugués eligió al jugador con menos reflejos, Maduro, para inventarse una bicicleta y un disparo eléctricos. El nítido error de Fazio al inicio de la segunda parte terminó de hundir el sistema, a lo que contribuyó que en los balones divididos faltó agresividad, como en ese balón alto que no ganó Maduro en el inicio del contragolpe que ocasionó el 4-0.

Ataque

Con 0-0 en el marcador, el Sevilla logró romper la línea del Madrid varias veces, y eso ya era un gran paso, porque tras Kaká y Modric había un erial para ganar terreno sin miedo. Pero, pese a que Kondogbia y Jesús Navas irrumpieron con fuerza más de una vez, no pudieron darles continuidad a sus ataques por no encontrar el necesario apoyo en Negredo, que no ofreció nunca ese punto de apoyo. Y Reyes apareció poco y con nulo acierto.

Sobre la media hora de juego, aún con 2-0, se apreciaron varios errores en cadena: un córner que Fazio remata alto con todo a favor, una excelente jugada de Jesús Navas con pase atrás que remata mal Reyes y una volea cómoda en el área que Negredo falla con la zurda tras otro córner. Al final de la primera parte creó peligro a balón parado y llegó al área sin concluir los ataques. Ahí podría haber entrado el Sevilla en el partido, pero estuvo romo, como sin terminar de creérselo..., igual de blando que se estaba mostrando en defensa.

Virtudes

No es fácil afrontar un partido en el Bernabéu cuando ya se pierde por 3-0 en el minuto 46 y el Sevilla tuvo al menos vergüenza.

Talón de aquiles

El plan falló al primer desajuste condenado por los errores individuales y el exceso de respeto.

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