Parece empeñado Negredo en generar intranquilidad en la afición sevillista en este comienzo de año. Cuando no es la inquietud por su posible salida, son gestos de dolor en los entrenamientos, aunque finalmente tanto una cosa como la otra no impedirán que siga defendiendo la camiseta del Sevilla.

El día empezó ayer con Negredo quejándose de su tobillo derecho tras un choque en el entrenamiento matinal. Tras ser atendido por los médicos, el delantero sevillista se reincorporó al grupo, aunque el dolor le impidió continuar, obligándolo a marcharse al vestuario.

Rápidamente saltaron todas las alarmas, sobre todo con la vista puesta en el partido del sábado ante Osasuna, donde el Sevilla no puede permitirse ningún error. Sin embargo, las pruebas a las que Negredo se sometió al mediodía descartaron una dolencia de gravedad. Concretamente, el parte médico establece que Negredo sufre una distensión leve del ligamento peroneo calcáneo, algo que no debe impedirle reincorporarse a lo entrenamientos antes del sábado y, ni mucho menos, no poder jugar ante Osasuna.

El otro asunto que concierne a Negredo y que tiene en vilo a la afición sevillista es su posible salida del equipo. Desde que el 28 de diciembre se anunciara el interés del Chelsea de realizar una oferta para la incorporación del delantero en este mercado invernal nadie está tranquilo. Desde el club se calificó dicha oferta como "bulo", mientras ayer la prensa inglesa, concretamente el diario sensacionalista The Sun daba la venta por cerrada y cifraba el traspaso en 14 millones de libras, unos 17,2 millones de euros aproximadamente.

Pese a esto último, los tiros iban más por la versión ofrecida por la entidad nervionense, puesto que el Chelsea dejó ayer prácticamente cerrado el fichaje del delantero senegalés de 27 años Demba Ba, procedente del Newcastle.

Rafa Benítez había pedido un delantero para poder rotar a Fernando Torres, y aunque la intención en un principio era el regreso de Drogba, el Chelsea finalmente ha optado por fichar. Claro que el fichaje debería reunir ciertas condiciones impuestas por Abramovich y una de ellas era que no debería ser de coste elevado para no descuadrar las cuentas del club londinense.

Así, tras vender a Sturridge al Liverpool por 15 millones de euros, el Chelsea incorporará a Demba Ba por algo más de 8 millones. Saca beneficio económico del cambio de cromos, logra un recambio para Torres y, probablemente, se olvida de Negredo.