"El todo o nada no va a estar en la Copa. En la Liga todavía tenemos mucho que decir". Con esta frase, Unai Emery ya estaba poniendo el paño caliente a una posible frustración en la semifinal copera. La pronunció en la amplia entrevista publicada en Diario de Sevilla antes de la gran cita y en ella también advirtió que no podía "anticipar tanta ilusión en algo que luego nos lleve a una desilusión proporcional". Medir eso está en él, que ayer ya hizo terapia con los jugadores en la vuelta al trabajo tras el jarro de agua helada del miércoles. Le quedan tres meses para que su idea no quede en algo etéreo. Es el tiempo de Unai Emery.

Siete partidos en casa y seis fuera debe afrontar el Sevilla de aquí al 1 de junio, que es cuando en principio está fijado el fin del calendario en Primera División. Por Nervión deben pasar el Celta, el Zaragoza, el Athletic, el Atlético, el Espanyol, la Real Sociedad y el Valencia, mientras que el Sevilla debe rendir visita a Mallorca, Levante, Betis, Valladolid, Málaga y Osasuna. A priori no es un calendario extremadamente difícil, aunque todo va a depender del rendimiento que ofrezca en estos meses de marzo, abril y mayo el equipo de Unai Emery.

De entrada, cuenta con el alivio de la clemencia del Comité de Apelación, que le ha quitado dos partidos de sanción a Kondogbia, por lo que no tendrá que cumplir ninguno en la Liga. Tiene pendientes dos para la próxima edición de la Copa. Una buena noticia que palía en cierta medida el défitic defensivo tras la salida de Spahic, que debe contrarrestar.

El técnico guipuzcoano ya preparó a los suyos para la posibilidad del fracaso en la Copa fundamentándose en una fe ciega en las posibilidades del Sevilla en la Liga. Su equipo es actualmente duodécimo y está a ocho puntos del sexto (Real Sociedad) y siete del séptimo (Betis), el último puesto que da derecho a la Liga Europa tras la clasificación del segundo y el tercero para la final de Copa. Aún existe la posibilidad de que el recurso del Málaga ante el TAS no prospere y tenga que cumplir la sanción de la UEFA, con lo que hasta el octavo podría tener competición europea.

Emery va más allá incluso y cree que si su equipo no padece un bajón anímico y continúa asimilando los conceptos que le está imbuyendo desde el 15 de enero, puede incluso intentar alcanzar la Champions como cuarto, pese a los 10 puntos de distancia. Tiene además a Rayo, Getafe, Levante y Valladolid como inmediatos antecesores.

A partir de ahora el guipuzcoano tendrá mucho más tiempo para acentuar su labor y asentar su filosofía y su mentalidad en el equipo, ya que estos dos primeros meses han sido de puro estrés. En marzo sólo disputará cuatro partidos (Celta, Mallorca, Zaragoza y Levante) y hay parón el fin de semana del Domingo de Ramos, por doble jornada internacional. Así pues, tras recibir al Zaragoza el 17 de marzo, el técnico sevillista tendrá tiempo para perfeccionar las estructuras ante el difícil reto de la remontada. Abril se presenta con emociones fuertes, el derbi y el Atlético en Nervión ponen prólogo y epílogo a la Feria. Y mayo también será un mes decisivo.