La única verdad es el tino
El derbi europeo
En la ida, el Sevilla remató 17 veces y 8 del Betis, pero en las ocasiones claras, 0 de 6 uno y 2 de 4 el otro-
Las estadísticas y el fútbol son como el agua y el aceite, mezclan muy mal. Sirven para interpretar. O intentar interpretar. Hasta que empieza a rodar el balón y entran en juego los imponderables: que un asistente no vea un fuera de juego de medio metro, que el árbitro pite penalti por una falta medio metro fuera del área, que el balón bote en un tepe levantado y despiste al portero o que al que riega se le vaya la mano, el central elija taco demasiado corto y su resbalón provoque penalti y expulsión en el minuto 1.
Los derbis suelen ser especialmente burlones con los gélidos números. El Sevilla recibió el pasado jueves al Betis con 23 puntos de ventaja en la Liga, quizá por ello las casas de apuestas ofrecían más de 6 euros por cada euro apostado. Los sevillistas, además, son hoy los cuartos más goleadores del campeonato doméstico: pues bien, ni un gol en la ida del euroderbi, que para algo está Adán. Los béticos, además, no ganan a domicilio en la Liga desde abril pasado, en Granada: pues bien, rotundo 0-2 a favor por ese buen planteamiento de Calderón, con una presión adelantada, Juanfran por delante del lateral y Baptistao como segundo punta, lo que sorprendió a Emery.
En Nervión, el Sevilla remató 17 veces, más del doble que el Betis (8). Según la página oficial de la UEFA, los de blanco generaron hasta 63 buenos ataques, por 33 de los de verdinegro. Cuatro veces tiraron los locales entre los tres palos, tres de ellas con muchísimo peligro, y en todas respondió Adán: Bacca con el pie izquierdo en la primera acción del partido, luego de cabeza a gran servicio de Rakitic, Reyes con la izquierda cruzado abajo. Además, Reyes tiró rozando la escuadra tras tapar Jordi un peligroso tiro de Bacca, Gameiro cabeceó fuera a puerta vacía y remató fuera al girarse en el área. Hasta media docena de claras ocasiones fallaron los sevillistas. Y el Betis, llegó cuatro veces con muchísimo peligro y convirtió la mitad. Aparte de los goles, el cabezazo de Cedrick y el tiro de Baptistao que desvió Beto. Cero de seis, dos de cuatro. La única verdad del fútbol es el tino. Meterla. Amén.
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