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El waterpolo, billete para cruzar el mundo

  • Eduardo Sáez Sáez deVillarreal. Entrenador del C.W. Dos Hermanas-Emasesa de Liga Nacional

Llamar a un técnico trotamundos de los banquillos, sobre todo en el argot futbolístico, significa calificarlo como un entrenador que ha dirigido a numerosos equipos, generalmente por poco tiempo y sin suerte, lo que le ha provocado tener que buscar oportunidades fuera de sus fronteras. Como en todo, hay excepciones, sobre todo si miramos en otros deportes, ya que en ellos se esconden historias como la de Eduardo Sáez, técnico del C.W. Dos Hermanas.

Nadador en sus comienzos, Eduardo Sáez cambió pronto de disciplina, pasando al waterpolo. Lo que ni él mismo podía esperar es que durante su estancia en la Universidad de Miami trabajando en el laboratorio de fisiología pudiera dirigir a un equipo estadounidense. Ni mucho menos que la selección de Costa Rica se pusiera en contacto con él para que dirigiese a su combinado entre 2002 y 2004. Tampoco era sencillo imaginar que el post doctorado que lo llevó a Grecia lo llevara también al banquillo de un conjunto heleno.

En la actualidad, Eduardo Sáez es profesor en la Universidad Pablo de Olavide, en la que imparte clases de entrenamiento deportivo y natación a los estudiantes de INEF. Además, el Sevilla cuenta con sus servicios a la hora de ejercer de ergoterapeuta, es decir, recuperador de los jugadores que se reincorporan tras sus lesiones. Y, por si fuera poco, dirige a un Dos Hermanas al que llegó casi de casualidad cuando se instaló en la capital andaluza: "Estando aquí quería volver al jugar al waterpolo porque me sentía bien físicamente y con muchas ganas, por lo que me presenté al Dos Hermanas para jugar, pero viendo la tesitura que se presentó, me ofrecieron dirigir al equipo y a final de temporada logramos ascender a Liga Nacional".

La temporada del club está sobrepasando todas las previsiones, salvo las suyas, ya que reconoce que a principios de temporada sabía del potencial del equipo: "Mi objetivo a nivel personal era mucho más pretencioso que el de la directiva, porque tenía mucha confianza en el equipo, ya que es muy joven y fuerte físicamente y eso se nota en esta categoría en la que los partidos se rompen en el tercer y el cuarto cuarto, y ahí somos superiores; además hemos mejorado mucho en conceptos tácticos y eso se nota día a día".

El ascenso a División de Honor supondría un hito histórico, ya que sería la primera vez que un equipo llega de Tercera a la máxima categoría en tres años: "Esta división es muy disputada, repleta de equipos jóvenes y veteranos y a nivel de aprendizaje es la mejor escuela. Mis planes a corto plazo pasan por seguir luchando por estar en Primera y, el año que viene, intentar asentarnos y seguir creciendo, pero sobre todo formando jugadores para que Sevilla y Andalucía sigan creciendo y se conviertan en un referente en el mundo del waterpolo".

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