Un juzgado de Dos Hermanas está investigando a dos policías nacionales destinados en la comisaría de esta ciudad por su presunta colaboración con una organización de narcotraficantes, a la que habrían pasado información relevante y perjudicial para el servicio policial.

La investigación está abierta desde hace mucho tiempo. Fuentes judiciales explicaron a este periódico a que el caso lleva incluso un año en marcha. Durante este tiempo, los agentes han sido sometidos a vigilancias y seguimientos por parte de la unidad de Asuntos Internos de la Policía.

Los dos agentes están citados a declarar como investigados en fechas próximas ante la juez titular del juzgado de Instrucción número 3 de Dos Hermanas. Se le imputan en principio varios delitos graves, de los que se habrían encontrado indicios claros y coherentes. Revelación de secreto, falsedad documental y omisión del deber de perseguir delitos son algunos de los cargos que en hay contra estos dos policías.

La investigación sobre estos dos agentes la ha llevado la unidad de Asuntos Internos de la Subdirección General Operativa de la Policía Nacional, desplazados desde Madrid para trabajar en el caso. Al hallar indicios de delito, los agentes de Asuntos Internos abrieron diligencias y solicitaron al juzgado un mandamiento de intervención de las comunicaciones telefónicas. Estos pinchazos afianzarían las imputaciones.

Tras unas complejas pesquisas, los investigadores sospechan que los agentes hicieron la vista gorda sobre algunos narcotraficantes de Dos Hermanas, omitiendo así su deber de perseguir delitos. También creen que faltaron a la verdad en atestados o modificaron partes de intervenciones policiales, lo que le habría valido la imputación del delito de falsedad documental.

Igualmente, habrían usado su condición de policías y los medios policiales para dar información a delincuentes relacionados con clanes de Dos Hermanas y de otros barrios de Sevilla capital. Por ello tendrían el cargo de revelación de secreto.

Al principio de la investigación, los dos agentes imputados fueron cambiados de puestos y colocados en destinos no operativos dentro de la comisaría de la Policía Nacional en el municipio nazareno. Este tipo de puestos se conocen en el argot policial como agujeros. De esta forma, la Jefatura se asegura que los dos policías investigados no puedan tener información relevante de operaciones ni de servicios en marcha.

Los delitos que se les imputan están castigados en el Código Penal con penas de varios años de cárcel, pero también de inhabilitación, por lo que una hipotética condena por alguno de ellos significaría la expulsión definitiva del cuerpo de estos agentes. La investigación continúa abierta y no se descarta que se citen a más policías a declarar a raíz de la comparecencia de estos dos policías.