A los dos clientes que entraron a desayunar, como cada día, en el bar de un salón recreativo de Dos Hermanas les extrañó que nadie saliera a atenderles. El establecimiento estaba abierto pero no parecía que hubiera ningún empleado. Esperaron unos segundos de rigor y preguntaron si había alguien. Al no encontrar respuesta, decidieron cruzar la barra y asomarse a la cocina. En el suelo, con la cabeza cubierta por una bolsa de plástico, estaba tendido el encargado del negocio.

Ocurrió ayer en un salón de juegos del centro de Dos Hermanas, situado en la esquina de las calles Santa María Magdalena y Melliza. Dos encapuchados entraron en el negocio a primera hora de la mañana e intentaron asfixiar al trabajador, de unos 60 años, colocándole una bolsa de plástico en la cabeza. Llegaron a dejarle inconsciente y luego se marcharon tras reventar la caja registradora. Se llevaron lo que había en su interior, pero todavía no está clara cuál fue la cantidad exacta ni tampoco si los atracadores usaron armas de fuego además de la fuerza bruta para intimidar al encargado del local.

Los dos clientes que se encontraron con el trabajador inconsciente en el suelo no quisieron ni tocarlo, según el relato de algunos de los testigos presenciales con los que habló ayer este periódico. Llamaron a la Policía Nacional y al servicio de emergencias del 061, que tuvo que reanimar al hombre en el interior del establecimiento y luego trasladarlo al Hospital de Valme.

Antonio Valera, trabajador de una obra cercana, presenció el momento en el que sacaban del bar al encargado. "Acababa de ir a desayunar. Cuando volví había aquí dos ambulancias y unos pocos de policías, cortando la calle. Antes no había visto nada, así que me extrañó. Al rato sacaron al hombre en camilla y con una mascarilla puesta. Serían las diez y veinticinco de la mañana, pero el atraco debió ser mucho antes. Sobre las nueve o así, cualquiera sabe el tiempo que se ha llevado ahí el hombre con la bolsa puesta en la cabeza".

El encargado del salón de juegos quedó ingresado en el Hospital de Valme, donde se recuperó de sus molestias e incluso tenían previsto darle el alta ayer por la tarde. El local quedó cerrado desde el momento del suceso. Según los vecinos del barrio, el hombre suele abrir entre las ocho y cuarto y las ocho y media de la mañana, por lo que el atraco pudo producirse poco después de esta hora y posiblemente aprovechando que no hubiera ningún cliente en el interior del salón recreativo.

El local está situado en pleno centro de Dos Hermanas, a escasos metros de algunos comercios bastante frecuentados a esa hora de la mañana, como la autoescuela Los Panchitos o el bar Amable, uno de los más antiguos y conocidos del municipio. Incluso el Ayuntamiento está a poco más de trescientos metros del lugar donde se produjo el atraco.

La Policía Nacional está investigando este hecho delictivo, que podría incluso constituir una tentativa de homicidio. Por el momento no ha logrado detener a ninguna persona relacionada con el robo, según confirmó a este periódico un portavoz oficial de la Jefatura Superior de Policía en Andalucía Occidental.

El suceso ha vuelto a sembrar la alarma entre los vecinos de Dos Hermanas, después de que el pasado viernes una banda de delincuentes asaltara el chalé del futbolista del Sevilla Luis Fabiano en Montequinto e incluso encañonara a la esposa de éste con una pistola. El portavoz del PP en el Ayuntamiento de Dos Hermanas, Manuel Alcocer, criticó ayer la política de seguridad que sigue el gobierno local. "Estadísticamente parece que nunca pasa nada en Dos Hermanas, pero esto viene después de varios robos en Montequinto y del atraco a mano armada de una farmacia, también en el centro". El representante popular lamentó que sólo haya 80 policías locales en el municipio cuando "en realidad son necesarios unos 250".