Lucha contra el empleo sumergido

El Gobierno endurecerá las multas para quienes trabajen y cobren el paro a la vez

  • Zapatero también anuncia mano dura para las empresas con empleados 'en negro' · "El país no crece lo suficiente para generar empleo", admite.

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, insistió en que los últimos indicadores de España, sobre todo el referido a la exportación y a la superación de la crisis de la deuda soberana, muestran en el primer trimestre del año que "la recuperación se sostiene". Pero admitió de nuevo que será a "ritmo insuficiente para producir la recuperación de empleo". En su comparecencia en el Pleno del Congreso para informar sobre el Consejo Europeo de la pasada semana, Zapatero defendió que la recuperación del empleo "sólo llegará si se persiste en este intenso proceso de modernización  de la economía española que pretende resolver los desequilibrios estructurales que alimentó la burbuja inmobiliaria".

El presidente del Gobierno vinculó "esta mejora de la percepción en torno a la situación y perspectivas de economía española" a las reformas aprobadas desde enero de 2010, aunque atribuyó todo el mérito al "conjunto de la sociedad". Pero el líder socialista advirtió que "queda mucho por hacer" en "consolidación fiscal, reformas modernizadoras y mantenimiento de la cohesión social" en aras de "consolidar y crear empleo".

En materia de empleo, Zapatero se extendió en el "plan de afloramiento de empleo irregular". "La existencia de una bolsa significativa de empleo sumergido genera perjuicios al conjunto de la economía, a las empresas que cumplen con la legalidad, porque se enfrentan a competencia desleal, y a los empleados que no cotizan, porque están exentos de protección social y laboral", explicó. Y adelantó que este mismo mes se aprobará un "plan específico" que se desarrollará de junio de 2011 hasta diciembre de 2012, "con una dedicación prioritaria de la Inspección de Trabajo a la detección de estas conductas irregulares". "Para hacerlo eficaz, el plan supondrá un fuerte endurecimiento de las sanciones a los empresarios por falta de afiliación y alta de trabajadores a su servicio y también para los trabajadores que perciban retribuciones incompatibles con prestaciones de Seguridad Social de las que sean beneficiarios", agregó.

En el apartado de sostenibilidad de las cuentas públicas, indicó que el Gobierno promoverá la incorporación de "una regla de gasto" vinculado al crecimiento del PIB nominal en el medio plazo, para reforzar la estabilidad presupuestaria y fortalecer la "vertiente preventiva" de la política social. Según el líder socialista, dicha medida, que se aprobará a partir de junio de 2011, será de obligado cumplimiento para la Administración central y para las entidades locales, y el Gobierno intentará alcanzar un acuerdo con las CCAA.

Previamente, el presidente del Gobierno relató que el último Consejo Europeo definió un nuevo esquema de gobernanza y de supervisión de las políticas económicas de los estados miembros; acordó las modificaciones necesarias en el Tratado de la Unión Europea para el establecimiento de un mecanismo permanente de estabilidad financiera en la zona euro, y adoptó el Pacto por el Euro Plus para reforzar la competitividad de la economía europea. Zapatero aseguró que se produjeron "compromisos ciertos, verificables y fiscalizables" en aras de la construcción del gobierno económico europeo.

El líder del PP, Mariano Rajoy, dejó claro su apoyo al euro y a las medidas tomadas por el Consejo Europeo para mejorar la competitividad, el empleo y la estabilidad financiera, y suscribió "todos, del uno al dieciséis", los acuerdos adoptados. Incluso aseveró que los temores sobre un posible rescate de la economía española "se han disipado ya en buena parte", aun agregando que España sigue siendo "motivo de inquietud" por la deuda, el paro y la falta de crecimiento en 2010. 

El Banco de España entiende algo más de cifras. Y cuenta con un potente servicio de estudios que, cada año, lanza la postal del bienio, en este caso 2011-2012, con las principales magnitudes. Ayer divulgó su boletín con una advertencia significativa: "las previsiones cuantitativas de este informe deben considerarse con más cautela de la habitual" porque los mercados andan desmelenados -que se lo digan a Portugal- y el epílogo de la crisis de la deuda soberana parece todavía lejano en la europeriferia. El PIB debería crecer este año un 0,8% -cinco décimas más según el Ejecutivo- y sumar otro 1,5% en 2012, siempre bajo los compases de una banda sonora caracterizada por la lenta recuperación de la demanda nacional, con menos protagonismo del gasto público, y por la confirmación de la curva ascendente de las exportaciones. Bancos y cajas lo pondrán cada vez más difícil porque los tipos de interés reflejarán el repunte de los tipos interbancarios y el encarecimiento de la financiación mayorista.

El comportamiento del consumo será clave por su conexión con el mercado de trabajo, que dará sus primeras señales positivas a mitad de año (se creará empleo, pero la tasa de paro no bajará hasta 2012). Caerá también la tasa de ahorro, actualmente del 18%, para estabilizarse en los niveles anteriores a la crisis el año que viene. La inflación despedirá 2011 al 2,9% por la naturaleza transitoria de los máximos del petróleo y porque a 2010 le afectaron las subidas del IVA, el tabaco y la tarifa eléctrica.

El sector inmobiliario respirará al fin: el número de viviendas iniciadas en 2011-2012 será inferior al necesario para satisfacer la nueva demanda, así que se absorberá parte del stock acumulado. El déficit público será, por último, del 6,2% en 2011, dos décimas más de lo previsto por Economía, y del 5,2% en 2012. "Las cifras son mejorables -añade el Banco de España- con un control más estricto de la ejecución presupuestaria" de todas las administraciones.

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