La lira turca se desploma por los nuevos aranceles de EEUU y Erdogan se encomienda a Dios

Crisis económica

La moneda del país sufre su peor caída en trece años, mientras el Gobierno decide no tomar medidas en plena "guerra económica".

Una mujer contempla el luminoso de una oficina de cambio de divisas en una calle comercial de Estambul.
Una mujer contempla el luminoso de una oficina de cambio de divisas en una calle comercial de Estambul. / Sedat Suna (Efe)
EFE

Estambul, 10 de agosto 2018 - 20:53

El Gobierno de Turquía ha mantenido hoy su aparente actitud despreocupada ante el peor desplome de la lira en trece años, asegurando que el país ganará lo que calificó de "guerra económica" pero sin plantear más medidas económicas que la de encomendarse, literalmente, a Dios.

"Ellos tienen sus dólares, nosotros tenemos nuestro pueblo, nuestra verdad y nuestro Dios", ha llegado a asegurar el presidente del país, el islamista Recep Tayyip Erdogan, en referencia a la creciente tensión económica y diplomática con Estados Unidos.

Mientras, la tendencia a la baja que la moneda turca inició en 2013, y que se aceleró el último año, se convirtió hoy en caída libre al perder un 18 % en una sólo jornada, hasta picos de 7,8 liras por euro y 6,8 por dólar, las cotizaciones más bajas desde su reforma en 2005.

Sin embargo, Erdogan dio hoy a su discurso un tono muy patriótico y nada técnico al limitarse a pedir, una vez más, a la ciudadanía que cambien por liras las divisas o el oro que tengan "bajo el colchón", para fortalecer así la moneda nacional.

Erdogan hizo esta petición por primera vez en diciembre de 2016 y la ha reiterado, aparentemente sin eco alguno, varias veces en las últimas semanas.

"No teníamos problemas económicos reales, pero fuimos blanco de ondas financieras inestables artificiales. No perderemos esta guerra económica. El dólar no puede cortarnos el camino", dijo el mandatario al inaugurar una carretera en la provincia de Bayburt.

Sin embargo, la caída de la lira se intensificó durante su discurso y el fenómeno se repitió cuando, momentos más tarde, su yerno y ministro de Economía, Berat Albayrak, presentó ante un grupo de empresarios el "nuevo plan económico" para estabilizar las finanzas del país.

Albayrak prometió "fundamentos sólidos" para un "crecimiento estable", pero sin dar ni una sola cifra ni un dato concreto de cómo estabilizar la moneda o reducir la inflación, que por primera vez en una década se sitúa en el 15 % interanual.

"Ha presentado una idea genérica, no una respuesta a la situación actual. No ha cumplido con la expectativa de los mercados de anunciar las medidas urgentes que se necesitan ahora mismo", evaluó el catedrático de Economía Ahmet Öncü.

En este ambiente, el presidente estadounidense, Donald Trump, golpeó hoy la debilitada economía de Turquía al anunciar una subida de aranceles al acero y aluminio de este país hasta el 50% y 20%, respectivamente.

Ankara y Washington, aliados en la OTAN, atraviesan un complicado período en sus relaciones internacionales, con varios frentes abiertos, el último el encarcelamiento desde hace dos años en Turquía de un religioso estadounidense acusado de terrorismo y que EEUU exige sea puesto en libertad de inmediato.

La banca española, la más expuesta en la crisis otomana

Los bancos españoles, especialmente el BBVA, cuyas acciones cayeron un 5,16%, son los que registran una mayor exposición a la crisis en Turquía, con 80.898 millones de dólares (70.848 millones de euros), que representa el 36,2% de la banca internacional al país otomano, según los datos del Banco de Pagos Internacional.

Alrededor de 2.084 millones de euros corresponden a contrapartes del sector bancario turco, mientras que 16.886 millones de euros responde a deudas del sector público y otros 51.978 millones de euros a su exposición al sector privado no bancario otomano.

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