La fábrica de cerveza San Miguel cumple medio siglo en Málaga y lo celebra, por una parte, potenciando aún más su planta de producción y, por otro, con un amplio repertorio de actividades culturales, sociales, gastronómicas o deportivas. En el primer caso, el meramente empresarial, el grupo Mahou San Miguel ha invertido este año 3,5 millones de euros en la instalación de una lavadora de botellas de última generación, sumando así un desembolso total de unos 40 millones de euros en la última década. De cara a 2017, el director del centro, José Manuel Huesa, explicó ayer que analizan la posibilidad de renovar dos pasteurizadores y remodelar la zona de cocción y bodega, lo que supondría una inversión de unos cinco millones de euros, aunque aún no se ha aprobado. La modernización realizada en el presente ejercicio les permite, según el director, "ahorrar energía, agua y ser más eficientes".

La factoría malagueña produce en estos momentos 180 millones de litros de cerveza al año y tiene capacidad para un total de 250 millones, por lo que aún tienen margen de crecimiento. De las tres fábricas que aportó San Miguel a la fusión con Mahou, la de Málaga es la más grande pues supera en capacidad productiva a las de Lérida y Burgos. Huesa señaló que trabajan durante las 24 horas del día repartidos en tres turnos, incluyendo en ocasiones hasta los fines de semana.

En enero y febrero, por ejemplo, han tenido la maquinaria a pleno rendimiento todos los días de la semana para crear stock y poder instalar la lavadora de botellas. En la factoría de San Miguel trabajan 200 personas de forma directa y la previsión es, según el director, aumentar la plantilla en función de la producción. Este año sumarán a seis personas más fijas.