El economista jefe de España de BBVA Research, Miguel Cardoso, informó ayer de que el PIB de Andalucía podría mostrar un crecimiento cercano al 0,6% este año y añadió que en 2012 comenzará un proceso de recuperación por encima del resto de España. Fueron algunas de las conclusiones que expuso en el granadino hotel Nazaríes en la presentación del informe económico Situación de Andalucía correspondiente al primer semestre de 2011. El acto fue organizado por el periódico Granada Hoy, del Grupo Joly, y la entidad financiera.

Este documento es un análisis que prepara el BBVA para su toma de decisiones y que pone a disposición de la sociedad. Cardoso precisó que la economía andaluza ha experimentado un ajuste más importante que en el resto de España. Aún sigue arrastrando los desequilibrios acumulados antes de la crisis. Puso como ejemplos el excesivo stock de viviendas sin vender y la poca apertura de la economía andaluza respecto al resto del mundo, a pesar de que se advierte un comportamiento diferencialmente más positivo en las exportaciones que en el resto de España.

Es por eso que ve imprescindible que la comunidad absorba ese desequilibrio apuntado. Ésa es la base que permite considerar su relanzamiento a partir de 2012 por encima del resto. Apuntó que la región puede ser una de las que más se beneficie de las reformas del mercado laboral, dada su elevada tasa de paro. "Por eso es importante que se ataje con la mayor ambición la reforma laboral". La visión para Andalucía que aporta el informe a partir de los datos del primer trimestre de 2011 es la de una lenta recuperación centrada en el impulso de la demanda externa. La interna continúa mostrando problemas estructurales relacionados especialmente con el mercado laboral y el endeudamiento de las familias.

El elevado desempleo, el apalancamiento -principalmente privado-, la alta especialización sectorial en la construcción y los efectos de la consolidación fiscal limitan las posibilidades de recuperación de la demanda interna. Es en 2012 cuando Andalucía podría crecer por encima de la media española, aunque ello estará supeditado a la recuperación de la demanda interna y a la corrección de los desequilibrios.

Cardoso estimó que el crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) tendría que crecer entre la franja del 2% al 3% para reducir las tasas de paro. Y es que señaló el desempleo como uno de los elementos que más daño sigue haciendo a la economía, más que en el resto del país, lo que implica que para sacar cabeza se requiera un esfuerzo mayor. Otro factor penalizador en Andalucía es que su dependencia del sector de la construcción es superior al resto de comunidades.

Antes de centrarse en Andalucía, este doctor en Economía expuso el panorama en España. El informe sintetiza que la previsión es que el ritmo de avance de la economía nacional siga siendo tímido en el corto y medio plazo y que la economía crezca en torno al 0,9% en el conjunto del año. Apunta que la recuperación sostenida y generadora de empleo neto llegará en el tramo final de 2011 y que el crecimiento de 2012 (1,6%) será suficiente para crear empleo neto, pero no para reducir de forma significativa la tasa de paro.

Cardoso añadió ayer que sólo en 2013 puede haber un crecimiento que reduzca el paro. Esta interpretación llega teniendo en cuenta una evolución normal de la población activa. En el ámbito regional, el ritmo está marcado por la heterogeneidad.

Hizo hincapié en la necesidad de que las reformas estructurales lleguen a buen puerto y eso que reconoció que las ya impulsadas por el Gobierno Central están surtiendo efecto. "Se puede hacer más. Las llevadas a cabo son bienvenidas porque fortalecen las perspectivas de crecimiento a medio plazo. Las reformas que necesita este país no las tenemos aún".

En la misma línea que marca el análisis del BBVA, que considera que las reformas y ajustes que la economía española deben seguir abordando mejorar la confianza de los mercados financieros internacionales, opinó Cardoso que "sobre todo, servirán para resolver problemas estructurales importantes, entre los que destaca, la elevada tasa de paro". Añade que ésa es en última instancia el objetivo más importante de las reformas. "Cuanto antes y con más ambición se lleven a cabo las reformas necesarias, con mayor rapidez se resolverán estos problemas estructurales".

El último apartado del documento aporta algunas consideraciones sobre el papel del copago en la sanidad, es decir, el sistema en el que el paciente y el asegurador sanitario comparten el pago asociado a la prestación de un servicio sanitario. "Es un asunto que se tiene que discutir con detenimiento y si se implementa tiene que ser de manera ordenada. Es una propuesta de contribución al debate".

El informe reconoce que la cuestión es compleja, aunque reconoce que no es una solución ideal. "Es un instrumento corrector (...). La conclusión es que la implantación, eliminación o modificación de los copagos es una decisión política".