Sacyr ha vendido el 2,9% del capital que aún tenía en Repsol, una participación que a precio de mercado supera los 670 millones de euros, para acabar así con su presencia en el accionariado de la petrolera, que se remonta a hace más de quince años.

Según ha detallado este lunes el grupo constructor y concesional antes de la apertura de los mercados, esta operación ha tenido lugar tras el aumento del precio de los títulos de la petrolera en los últimos días, que ha compensado el coste de la liquidación de los derivados de opciones de venta (PUT) que actuaban como cobertura de la participación de Sacyr.

En su comunicado, Sacyr ha querido dejar claro que esta salida no supone una reprobación hacia la estrategia empresarial de la petrolera capitaneada por Josu Jon Imaz y ha expresado su "apoyo total a la estrategia de negocio y a las políticas de lucha frente al cambio climático de Repsol".

La firma presidida por Manuel Manrique, que se postula para entrar esta misma semana en el selectivo Íbex 35, no ha desvelado detalles sobre el destino del 2,9% del capital que ha vendido de Repsol, cuyo mayor accionista es el fondo estadounidense BlackRock, el mayor del mundo, con un 5,3% (después de haber reducido desde el 5,47%).

Con una capitalización bursátil de 23.155 millones, Repsol cuenta como segundo mayor accionista con Amundi (de Crédit Agricole), que controla el 3,2%. El Banco Santander cuenta con un 2,91% de su capital y con Norges Bank, con el 2,8%, después de que ambas hayan ido reduciendo sus participaciones en los últimos meses.

Esas reducciones y la salida de hoy de Sacyr llegan después de que recientemente JPMorgan, que entró en Repsol en 2014 y llegó a ser su máximo accionista, haya rebajado también su presencia en la petrolera.

Según ha explicado Sacyr –que no ha dado detalles sobre la colocación de su participación–, la venta reduce la deuda asociada a dichas acciones en 563 millones de euros, deja a Sacyr un saldo positivo de caja de 58 millones e incrementa su patrimonio en 40 millones.

Esta operación, que estaba contemplada en el plan estratégico de Sacyr para el periodo 2021-25, no tiene impacto contable significativo sobre su nivel de endeudamiento, que asciende a 6.964 millones, porque la deuda vinculada al derivado estaba fuera de balance.

"Una vez cerrada la salida de Repsol, Sacyr se centrará aún con más fuerza y determinación en el cumplimiento del resto de objetivos de su Plan Estratégico y en su consolidación como un desarrollador y operador de concesiones líder a nivel global", ha asegurado el grupo concesional.

Pasada la media sesión bursátil ambas firmas subían hoy en torno a 1,5 puntos porcentuales, con lo que las acciones de Repsol se negociaban a cerca de 15,4 euros y las de Sacyr a más de 2,6 euros.