Los líderes de la Unión Europea (UE) mantienen una "posición común muy detallada" de cara a la cumbre financiera del G20 y quieren que en esa cita se adopten medidas concretas, aseguró el presidente francés, Nicolas Sarkozy.

En rueda de prensa al término de la reunión informal de los Veintisiete para preparar la cumbre de Washington, Sarkozy recalcó que los líderes están de acuerdo en la necesidad de "hablar con una sola voz" para promover la reestructuración del sistema financiero.

También coinciden en que la cita del día 15 no puede ser un mero intercambio de puntos de vista; deben adoptarse "decisiones firmes y ambiciosas", subrayó Sarkozy, encargado, como presidente de turno de la UE, de defender el punto de vista comunitario en ese evento. En su opinión, no se trata de analizar la evolución de la crisis financiera, sino de articular una respuesta clara a nivel internacional.

Respecto a la orientación de la reforma, explicó que "no queremos pasar de una ausencia de reglamentación a demasiada reglamentación", pero dejó clara que "queremos cambiar las reglas".

Sarkozy se mostró satisfecho del apoyo del resto de líderes a las ideas planteadas por la presidencia francesa de cara a Washington, que propugnan un nuevo sistema financiero basado en los principios de responsabilidad y transparencia.

El documento elaborado por Francia -que hoy respaldaron todas las delegaciones, según el presidente francés-, insiste en que ninguna institución financiera, segmento del mercado o territorio puede quedar exento de regulación y aboga por dar al Fondo Monetario Internacional (FMI) un papel central en las tareas de vigilancia y prevención de crisis. Sarkozoy no dio más detalles sobre cómo se articularía la reforma del FMI -"es todavía pronto", señaló-, pero consideró que esta institución debe recuperar "visibilidad y fuerza".

La UE también apoyó la iniciativa de Sarkozy de proponer un plazo de cien días, a contar desde el 15 de noviembre, para preparar un primer paquete de medidas y la organización de otra cumbre internacional al término de ese periodo para evaluar los avances y fijar nuevos objetivos.

Entre las medidas más urgentes que la UE cree que ya podrían adoptarse la semana próxima, figuran mayores exigencias a las agencias de calificación de riesgos y códigos de conducta para evitar la toma excesiva de riesgos en la industria financiera, con especial atención a la política de remuneración de los directivos.

Los europeos también quieren más coherencia en la normativa contable y encargar al FMI, junto al Foro de Estabilidad Financiera, que emita recomendaciones para restaurar la confianza y estabilidad en los mercados.

También el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, se mostró muy satisfecho por el "acuerdo total" en torno al enfoque francés y consideró que, una vez más, ha quedado demostrado que "Europa es más fuerte cuando trabaja unida". Durao Barroso hizo hincapié en la importancia de la cita de Washington y reseñó que "no puede fallar". "Tiene que ser una reunión histórica en la que se adopten decisiones", subrayó el presidente del ejecutivo comunitario.