El jefe del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha hecho hoy un llamamiento a la "responsabilidad" de los transportistas que continúan en huelga para que acaben con sus protestas y ha garantizado que el Ejecutivo tendrá "tolerancia cero" ante cualquier acto de coacción o violencia.

En rueda de prensa en el Palacio de la Moncloa junto al presidente de México, Felipe Calderón, Zapatero ha explicado que continuará el despliegue de los 25.000 guardias civiles y policías que trabajan para asegurar la libertad de circulación, y ha reiterado que, si es necesario, se emplearán más medios.

Ante las críticas recibidas por la supuesta inacción del Ejecutivo ante los paros, se ha mostrado convencido de que el Gobierno "ha hecho lo que tenía que hacer en cada momento" y ha destacado que ayer al mediodía comenzó a recuperarse la normalidad en la circulación y en los suministros.

Zapatero ha instado a los transportistas que continúan parados a sumarse al acuerdo suscrito entre el Ministerio de Fomento y la mayoría de las asociaciones, que contiene cincuenta medias de apoyo al sector fruto de "un esfuerzo muy importante" dentro del margen de acción del que dispone el Gobierno.

"La propuesta de tarifa mínima -reivindicación de los huelguistas- es una propuesta que no puede ser, es un camino que no conduce a ninguna parte", ha subrayado el jefe del Ejecutivo, quien ha recordado que mantener "una única convicción" en una negociación impide alcanzar un acuerdo.

Tras asegurar que es sensible a las dificultades del sector por la importante subida del precio del petróleo, ha insistido en que el Gobierno ha hecho "un esfuerzo muy importante dialogando" y ha rechazado que se quiera ir a la negociación "quemando camiones".

En este contexto he vuelto a reclamar responsabilidad a los huelguistas: "las medidas les benefician y deben de entender que lo que quiere la ciudadanía y la gran mayoría de los transportistas es la normalidad de todos".

"Necesitarán su tiempo, su reflexión, pero saben que hay determinados caminos que no conducen a ningún sitio", ha recalcado.

En defensa de la actuación del Gobierno, ha recordado que el paro comenzó el lunes y que, tras el "día difícil" del martes, ayer al mediodía se consiguió que las carreteras se liberaran y que se abrieran los pasos fronterizos -con ayuda de Francia-, con lo que se comenzó a recuperar la normalidad en el suministro de productos y en el transporte.

Tras admitir que aún queda "una tarea amplia" por delante, ha manifestado que las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado mantendrán como "objetivo fundamental" impedir la actuación de los piquetes y garantizar la libre circulación a todos los transportistas que quieran trabajar, desde su salida hasta su llegada en destino.

Según las cifras que ha aportado, cerca de 7.000 camiones han sido escoltados por las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado "desde el primer día" y han sido "abordados" más de 1.000 piquetes.

El presidente del Gobierno ha aprovechado la rueda de prensa para agradecer el trabajo que están realizando policías y guardias civiles, que "saben cuándo hay que actuar y cómo hay que actuar".

Dada la dimensión de la huelga, que exige una planificación y un despliegue específico frente a los piquetes, ha calificado su tarea de "meritoria".

No ha querido comentar sin embargo la última propuesta del PP, que ha instado al Ejecutivo a indemnizar a agricultores, ganaderos e industria del transporte por los daños y perjuicios que ha generado su actitud "pasiva".

Convencido de que el Ejecutivo ha cumplido con su obligación, ha repasado la negociación llevada a cabo por el Ministerio de Fomento y el despliegue policial "planificado desde la semana pasada" por Interior.