Diferencias entre hipoteca convencional y hipoteca inversa: ¿cuál te conviene?
Vivienda

Sevilla/Las hipotecas son una forma, junto al alquiler, de acceder a una vivienda. Hay diferentes tipos de hipotecas, pero dos de las más comunes son la hipoteca convencional y la hipoteca inversa. Las dos opciones tienen características y objetivos distintos, por lo que es importante conocer sus diferencias antes de tomar una decisión.
¿Qué es una hipoteca convencional?
La hipoteca normal o convencional es el tipo más común de préstamo hipotecario. Su finalidad principal es permitir la compra de una vivienda, ofreciendo financiación a largo plazo en la que el prestatario se compromete a pagar mensualmente una cantidad en concreto hasta liquidar la deuda. En este tipo de hipoteca, el titular del préstamo debe asumir pagos regulares como el capital e intereses. Con cada pago, la deuda se reduce hasta que finalmente el propietario adquiere la vivienda en su totalidad.
¿Qué es una hipoteca inversa?
A diferencia de la hipoteca convencional, la hipoteca inversa está diseñada para personas mayores de 65 o 70 años que son propietarias de una vivienda y desean obtener ingresos adicionales sin necesidad de vender su casa. En este caso, en lugar de que el propietario pague al banco, es el banco quien paga al propietario, proporcionando un flujo de dinero mensual basado en el valor de la vivienda. Esto permite a los propietarios obtener una renta complementaria sin perder la titularidad de su hogar.
La hipoteca inversa es una buena opción para los que buscan mejorar su calidad de vida durante la jubilación, ya que les permite utilizar el patrimonio acumulado en su vivienda sin necesidad de venderla. Es importante tener en cuenta que, con el tiempo, la deuda generada aumenta debido a la acumulación de intereses sobre los pagos recibidos. Cuando el titular fallece o decide vender la propiedad, la deuda debe ser saldada. En este punto, los herederos pueden optar por liquidar la deuda y conservar la vivienda o venderla para cubrir el saldo pendiente.
A diferencia de la hipoteca convencional, en la hipoteca inversa no es necesario demostrar ingresos ni cumplir con requisitos de solvencia, ya que el préstamo se basa principalmente en el valor del inmueble.
Diferencias entre ambas hipotecas
- Una de las principales diferencias entre ambas opciones es la dirección de los pagos. En la hipoteca convencional, el propietario paga al banco, mientras que en la hipoteca inversa, el banco paga al propietario. Esto significa que en la hipoteca convencional la deuda se reduce progresivamente con cada cuota mensual, hasta que la vivienda pasa a ser completamente del titular. En cambio, en la hipoteca inversa, la deuda aumenta con el tiempo, ya que los intereses se acumulan sobre los pagos que el banco realiza al propietario.
- Otro aspecto importante es la elegibilidad. Mientras que la hipoteca convencional está disponible para cualquier persona que cumpla con los requisitos de solvencia, la hipoteca inversa está dirigida exclusivamente a personas mayores de 65 o 70 años que sean propietarios de una vivienda.
- En cuanto a la titularidad del inmueble, las dos opciones permiten que el propietario mantenga la propiedad de la vivienda. Sin embargo, en la hipoteca inversa, una vez que el prestatario fallece o decide vender la casa, la deuda pendiente debe ser saldada, lo que puede afectar la herencia de los familiares.
- Otra diferencia clave es la finalidad de cada tipo de hipoteca. La hipoteca convencional está pensada para la adquisición de una vivienda, mientras que la hipoteca inversa se centra en darle liquidez a los propietarios mayores sin necesidad de que vendan su hogar.
¿Cuál es más conveniente?
Elegir entre una hipoteca convencional y una hipoteca inversa depende de la situación financiera y las necesidades personales de cada uno:
- Si eres joven o estás en edad laboral y quieres comprar una vivienda, una hipoteca convencional es la mejor opción, ya que te permitirá invertir en una propiedad a largo plazo y convertirte en su propietario total al finalizar el pago del préstamo.
- Si eres mayor de 65 años y necesitas liquidez sin vender tu casa, una hipoteca inversa puede ser una alternativa interesante para mejorar tu calidad de vida durante la jubilación. Eso sí, es importante considerar el impacto que esta decisión podría tener en tus herederos y asegurarte de que comprendes bien las condiciones del préstamo.
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