"La franquicia es el modelo comercial del futuro"

Actualmente existen en Andalucía 140 empresas franquiciadoras que son las responsables de que 4.000 establecimientos estén abiertos al público. Pertenecen a un sector que, a contracorriente de la crisis, crece muy por encima de la media nacional. Sólo en 2008, la franquicia experimentó en Andalucía un incremento del 75% en número de centrales. Sin embargo, este modelo empresarial tiene aún mucho que decir como agente dinamizador de nuestra economía y como revulsivo para el fortalecimiento de la cultura emprendedora. Así lo cree Prudencio Martínez Franco, presidente de la Federación de Franquiciadores de Andalucía, quien considera que "la franquicia es el modelo comercial del futuro" y que "jugará un papel fundamental en el desarrollo comercial de Andalucía".

-¿Cuál es, a grandes rasgos, la aportación de la actividad franquiciada a la economía regional?

-Según los datos del Registro de Franquiciadores, actualmente existen en Andalucía 140 empresas franquiciadoras andaluzas, con una facturación cercana a los 300 millones de euros, más de 2.300 empleos y casi 4.000 establecimientos abiertos al público. La franquicia andaluza aporta una imagen de modernidad de nuestra región y genera un flujo económico positivo para Andalucía, dinamizando su entorno y favoreciendo la aparición de nuevos emprendedores. La franquicia jugará por tanto un papel fundamental en el desarrollo comercial de Andalucía.

-¿Cuál es el perfil de franquiciador andaluz?

-Es muy variado, pudiendo encontrar desde grandes empresas muy consolidadas a nivel nacional e incluso internacional, hasta pequeñas empresas familiares que inician su proceso de expansión a través de la franquicia. Geográficamente, más del 60% de los franquiciadores andaluces tienen su sede en Sevilla y Málaga. Por sectores, destacan la restauración, el equipamiento del hogar y el sector de la estética.

-¿Cuáles son las principales ventajas que reporta este modelo comercial?

-La franquicia es fundamentalmente una estrategia de expansión, que aporta al franquiciador rapidez en la cobertura del mercado, notoriedad de marca y mayor poder de compra, fundamental hoy en día. Desde el punto de vista del franquiciado, las principales ventajas son la incorporación a un negocio de éxito contrastado en el mercado, el uso de una marca conocida y la adquisición directa del conocimiento y de la experiencia del franquiciador en la explotación del negocio.

-La franquicia en Andalucía crece más que en ninguna otra comunidad autónoma. ¿Es este hecho un síntoma del carácter emprendedor de los andaluces?

-Sin duda. Los andaluces somos creativos y optimistas, y éstas son cualidades excepcionales en el ámbito empresarial. Aún son muchas las empresas andaluzas que pueden incorporarse al modelo de la franquicia, por lo que seguiremos viendo en los próximos años la aparición de nuevos conceptos netamente andaluces en el mercado.

-Los sectores más posicionados son actualmente alimentación, informática, confección, moda y complementos, construcción y decoración. Dado el carácter innovador de este modelo, ¿qué actividades cree que son las más prometedoras?

-Siempre hay sectores que conocen un crecimiento puntual más elevado que los demás, pero antes que fijarse en un determinado sector es necesario analizar el concepto de negocio. Los buenos conceptos de negocio prevalecen sobre las modas y los ciclos económicos. En cualquier caso, la restauración y la moda presentan muy buenas perspectivas y son sectores donde los andaluces tenemos mucho que aportar.

-La dificultad de financiación y la caída del consumo son los principales frenos del emprendedor. ¿Cree que es buen momento para iniciar una actividad franquiciada?

-Sin duda la situación actual es compleja, pero no tengo la más mínima duda de que la franquicia será el modelo comercial del futuro, pues representa el escalón intermedio entre el pequeño comercio y la gran distribución. Por ello, ahora es un buen momento para sentar las bases de un sólido proyecto de futuro; las inversiones y las previsiones de ventas se ajustan al máximo, los locales que antes eran prohibitivos ahora son accesibles, existe mano de obra cualificada y disponible, hay muchos inversores en busca de buenos conceptos de negocio. El rigor que supone hoy en día la puesta en marcha de un proyecto es la mejor garantía de éxito de cara al futuro.