Una agricultura más sostenible, empezando por su rentabilidad, que use la tecnología digital y la innovación para atender el reto de producir más y mejores alimentos. Ése es el reto al que se enfrenta todo un sector que representa el 11% del PIB y que es básico en la economía andaluz. Así quedó de manifiesto durante el Foro de Empresas que Grupo Joly, Banco Santander y Endesa organizaron ayer en Sevillla para debatir sobre Smartagro y generación renovable, una apuesta sostenible para descarbonizar Andalucía.

La propia consejera de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural, Carmen Crespo, destacó la importancia de desarrollar desde ya “una agricultura del futuro, de precisión, de la robótica, de la inteligencia artificial y que visibilice al consumidor”, durante su intervención en la apertura de la jornada de reflexión sobre el sector.

Crespo enfatizó que “esa agricultura del futuro” se está haciendo ya en Andalucía e instó a extenderla para que sea la forma en la que todas las explotaciones responda al reto de dotar a toda Europa de alimentos de calidad, más sostenibles y saludables. Es uno de los mensajes que la consejera reitera, que la alimentación con esos parámetros da una oportunidad a Andalucía en la Europa de hoy.

Crespo agradeció la apuesta que hacen Endesa y Banco Santander para lograrlo. Así, destacó el acuerdo que la energética mantiene con el Ifapa para investigar sobre el uso agropecuario de suelos donde hay generación de energía renovable. También la necesidad de financiación para que el sector acometa las inversiones que esta transformación requiere.

Carmen Crespo, consejera de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural, durante su intervención en el acto.

Crespo puso de manifiesto que también el Gobierno andaluz está haciendo una apuesta tecnológica y recordó el lanzamiento del nanosatélite Platero, que proporcionará datos para que los agricultores puedan tomar decisiones en sus explotaciones.

Y también la gran apuesta que Andalucía va a hacer para inyectar en el sector el uso de aguas regeneradas para hacer una producción circular de los alimentos. “Es una innovación que debemos contar bien, poniendo en valor esa circularidad del agua”, dijo.

Rafael Sánchez Durán, director general de Endesa para Andalucía, Extremadura, Ceuta y Melilla.

También el director general de Endesa para Andalucía, Extremadura, Ceuta y Melilla, Rafael Sánchez Durán, puso de manifiesto la necesidad de usar el potencial de la tecnología, “con mucha sensorización”, para transformar la agricultura del futuro. Detalló igualmente la apuesta que han hecho en Endesa en compatibilizar plantas fotovoltaicas en el entorno rural con actividades como la apicultura. Y que el acuerdo marco con el Ifapa busca que sus investigadores marquen a Endesa cómo actuar en cada ecosistema agrícola.

Manuel de la Cruz, director territorial de Banco Santander en Andalucía, reivindicó el papel que esta entidad financiera está jugando para financiar al sector agroalimentario en la comunidad, “impulsando el renting de atomizadores o la digitalización para lograr unos cultivos más sostenibles”.

Manuel de la Cruz, director territorial de Banco Santander en Andalucía.

En la mesa de debate que centró el Foro de Empresas, que estuvo moderada por el periodista José Antonio Carrizosa, representantes de Banco Santander, Endesa, el Ifapa, así como de las empresas Acesur y Agromonte mostraron que esos objetivos de potenciar la agricultura regenerativa, de la mano de la tecnología y de la innovación, se están aplicando ya en Andalucía.

Lorena Ruiz, directora del Negocio Agroalimentario de Santander en España, puso de manifiesto que en el banco llevan más de cuatro décadas apoyando un sector clave para las economías española y andaluza, y actualmente lo hacen impulsando el acceso a la digitalización de los productores que lleve a conseguir una agricultura más sostenible.

El objetivo es, dijo, que se produzcan alimentos sanos y de calidad y para lograrlo ayudan a que se invierta en digitalización y en innovación.

Ruiz dijo que, con la nueva PAC, la agricultura regenerativa ha venido para quedarse, y que supone “un cambio total”.

La directiva reconoció que entre sus clientes ya tienen casos de éxito y que están comprometidos en apoyarlos para que puedan producir alimentos sanos y de calidad y en “hacer más rentables a nuestros agricultores”, que consideró el primer parámetro para lograr la sostenibilidad. “Es una agricultura del presente inmediato que pasa por la inversión en digitalización e innovación”, dijo Ruiz.

Raúl Cortés, coordinador de Actividades I+D+F del Instituto Andaluz de Investigación y Formación Agraria, Pesquera, Alimentaria y de la Producción Ecológica de la Junta de Andalucía (Ifapa), enfatizó que en el sector hay muchas necesidades de formación. Y que la labor del Ifapa está centrada en la investigación y la formación del sector agrario. Porque, sostuvo, la “formación es básica para que el conocimiento que da la investigación llegue al productor, al sector”.

Cortés coincidió en que “sostenibilidad y rentabilidad van de la mano”. Y consideró esencial formar a los profesionales del sector para que puedan utilizar las innovaciones y la tecnología que se están desarrollando.

Endesa ha apostado por sumarse a esa tarea y lo está haciendo de la mano del Ifapa. Francisco Haro, responsable de Operación Solar Zona Sur Oeste de Enel Green Power España, filial de renovables de Endesa, lo puso de manifiesto en sus intervenciones en la mesa de debate.

Tras reiterar que el compromiso de Endesa es ir de la mano de la descarbonización, Haro explicó que en la energética no quieren quedarse sólo en la generación de energía y por ello están comprometidos en que las propias plantas fotovoltaicas sean sostenibles.

Citó el ejemplo que están desarrollando en Carmona para que en una de esas instalaciones solares haya una interacción del sector primario, en concreto mediante el uso de parte del suelo para favorecer la apicultura, que no sólo se basa en la instalación de colmenas en las mismas fincas, sino también de fomentar una agricultura favorecedora de la flora, vital para las abejas.

También están apostando por interactuar en sus instalaciones renovables con la ganadería. Así, están haciendo gestión del pasto en las fincas donde tienen generación y desarrollando ganadería ovina dentro de estas plantas. “Se trata de entornos seguros, vigilados, en lo que también se aplican medidas de seguridad que debe cumplir el ganadero”, dijo antes de señalar también que están favoreciendo la creación de praderas permanentes con pastoreo regenerativo.

Una tercera línea que está desarrollando Endesa es el uso propiamente agrícola. Para ello están analizando cómo compartir el suelo con esta actividad, con cultivos aromáticos. Detalló que ya han cosechado dos hectáreas de lino. Y tienen en desarrollo crear en fincas donde generan energía eléctrica de origen solar un cultivo de vid, que no sólo permita esta actividad agrícola sino también un ecosistema seguro para una mariposa propia del viñedo.

Acesur también está haciendo muchas cosas para lograr, mediante la descarbonización y la digitalización, contribuir a una agricultura sostenible. Así lo afirmó en la mesa de debate Rafael Ruiz, director de Acesur Agro.

“En la parte industrial estamos transformando los consumos eléctricos a energía solar o usando compost procedente del alperujo y del orujillo para regenerar los suelos reduciendo el uso de productos fitosanitarios”, afirmó el directivo del grupo Acesur, donde quieren, dijo, que “el 100% del olivar vuelva a la tierra, tecnificando todos los campos para que sean cultivables de manera robótica”, para hacer frente también a la escasez de mano de obra agrícola.

David Gavira, CEO de Agromonte, relató que su compañía lleva más de 60 años haciendo agricultura regenerativa. Esta política les ha permitido un ahorro de agua de más del 60% gracias a que tienen domotizada toda la finca y al uso de técnicas de riego israelíes.

Contó también que utilizan la cubierta vegetal de sus suelos para reducir al máximo el uso de productos fitosanitarios. O que han recurrido a fauna auxiliar, “bichos que se comen a otros bichos”, que ha supuesto lograr el éxito en la erradicación de plagas que no se lograban con productos químicos, y con ello obtuvieron un ahorro del 80% en los costes.

Gavira reconoció que “es un modelo rentable”, aunque admitió que en las fases iniciales se necesitan muchas inversiones. “Los rendimientos son más cortos en los primeros años, pero que son más importante a partir del cuarto año”, detalló.

Pese a ello, “es el único modelo a seguir, no hay otro”, dijo Gavira, que reclamó que Europa debe apoyarlo más.

El representante del Ifapa, de hecho, reconoció que Andalucía está “muy por delante” en el uso de estos modelos de negocio, “aunque quizás no se visibiliza” lo suficiente. También, como había hecho la consejera, citó el lanzamiento del nanosatélite. “Estamos a la vanguardia”, dijo.

Rafael Ruiz aventuró que en el sector que opera Acesur “se va a ir abandonando los olivares tradicionales por otros más intensivos que fijen más carbono”. Y sostuvo que el olivar es rentable y tiene mucho futuro, gracias a una “agricultura más controlada, tecnificada y sensorizada, que llevarán a producciones más estables”, lo que repercutirá en el precio.

Marta Bosquet, presidenta del Ifapa.

La jornada fue clausurada por la presidenta del Ifapa, Marta Bosquet, quien resaltó el modelo de colaboración público-privada que están desarrollando con Endesa.

También enfatizó que el objetivo del Ifapa es hacer a la agricultura, a la ganadería y a la pesca “más modernas, sostenibles y rentables”. Y para ello, cuentan con 21 sede en las ocho provincias andaluzas y con 1.300 hectáreas de cultivo para desarrollar la investigación que permitirá innovaciones en el sector.