Esto es lo que no te cuentan al firmar una hipoteca fija y que puede ahorrarte un dinero

En la rentabilidad de las amortizaciones influyen factores como el tipo de interés o la liquidez disponible

Cómo elegir hipoteca ahora que han vuelto a bajar los tipos de interés con la llegada de 2025

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Las amortizaciones anticipadas pueden combinarse con inversiones.

El precio de la vivienda no toca techo en España. En enero de 2025, el precio medio ha alcanzado los 2.237€/m2, lo que supone un incremento del 9,2% con respecto al año anterior, según datos del portal Idealista. La financiación se erige como una opción casi obligada a la hora de comprar una casa, no obstante, el mercado inmobiliario se encuentra en uno de los mejores momentos para solicitar una hipoteca. En concreto, las entidades bancarias están apostando por las contrataciones a tipo fijo, la opción más demanda entre los españoles, a través de una guerra de precios auspiciada por la mejora de las condiciones de financiación.

En la actualidad, los bancos ofrecen hipotecas fijas con un tipo de interés entre el 2,6% y el 2,8%, con financiación de hasta el 80%. A priori, esta opción garantiza a los compradores una mayor estabilidad a la hora de devolver el préstamo, con la desventaja de que las cuotas serán más altas cuanto mayor sea el plazo. Sin embargo, los deudores pueden obtener condiciones más favorables para su bolsillo a medida que afrontan el pago de la hipoteca gracias a las amortizaciones.

Ahorrar en intereses u obtener liquidez, principales ventajas

Las amortizaciones anticipadas consisten en "adelantar cantidades del préstamo, bien para reducirlo, bien para pagarlo completamente, antes del plazo pactado", según define el Consejo General del Notariado. Generalmente, existen dos opciones:

  • Reducir el plazo: la cuota se mantiene constante pero, al terminar de pagar la hiptoteca antes de tiempo, permite el ahorro de intereses si, por ejemplo, tiene un tipo alto.
  • Reducir la cuota: se mantiene el plazo, pero con una cuota mensual más reducida. Esta opción es interesante si necesitas mayor liquidez.

Cada comprador puede programar sus amortizaciones según desee. Puedes aprovechar ingresos extras como pagas extras o devoluciones de impuestos (como la deducción en el IRPF por inversión en vivienda habitual), o bien establecer amortizaciones periódicas. En cualquier caso, lo más rentables es realizar las amortizaciones cuanto antes: "Cuanto más esperes para hacer la amortización anticipada, más intereses habrás pagado y, por ende, menos beneficiosa será la operación", indica el portal especializado HelpMyCash.

El pago de comisiones varía en función del banco

Una de las desventajas de estas amortizaciones es que acarrean el pago de una comisión que, en España, están limitadas por ley: hasta un 2% en los diez primeros años y, a partir de entonces, un máximo del 1,5% a partir. Asimismo, cada una de las entidades establece sus propias condiciones en torno a esta posibilidad, por lo que se recomienda a los compradores revisar o, en su caso, negociar con el banco. Incluso existen calculadoras online que pueden ayudarte a la hora de decantarte por esta posibilidad.

Por otro lado, las amortizaciones anticipadas, al igual que la entrada, pueden resultar más o menos beneficiosas para el comprador en función de su situación personal. Una amortización conlleva la descapitalización y, por tanto, dejar de disponer del dinero ahorrado en el corto plazo. En caso de afrontar un tipo de interés elevado, una opción es invertir en activos financieros a largo plazo y de bajo riesgo, cuya rentabilidad te permita asumir al menos parte de los intereses.

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