Los países y la Eurocámara logran un acuerdo para completar la unión bancaria

La UE acelera la creación de un fondo de 55.000 millones para financiar las quiebras de entidades

Angela Merkel, ayer con Durao Barroso en la cumbre europea.
Angela Merkel, ayer con Durao Barroso en la cumbre europea.
R. E. Bruselas

21 de marzo 2014 - 05:02

Los negociadores de la Eurocámara y de los gobiernos de los Veintiocho alcanzaron ayer, tras una maratoniana ronda final de 16 horas de negociaciones, un acuerdo sobre el mecanismo único de liquidación de bancos en crisis -y el nuevo fondo de 55.000 millones de euros para financiar las quiebras-, lo que permite completar una unión bancaria que parecía diluida a pocos meses de terminar la legislatura.

El compromiso debe ser ratificado por los estados miembros en los próximos días y la Eurocámara lo votará en su último pleno, en la semana del 14 al 17 de abril, aunque no se esperan problemas en estos trámites.

El mecanismo único de liquidación es el segundo pilar de la unión bancaria y su objetivo es que sean los bancos, y no los contribuyentes, los que paguen la factura de futuras crisis. "Junto con las reformas en el sector financiero en los 28 estados miembros, la unión bancaria completada pondrá fin a la era de rescates masivos", señaló ayer el comisario de Servicios Financieros, Michel Barnier.

Para ello, se creará un fondo de liquidación dotado con 55.000 millones de euros que se financiará con aportaciones de las propias entidades. La banca española deberá aportar hasta un máximo de 8.200 millones, según los cálculos del Ministerio de Economía.

Durante las negociaciones entre la Eurocámara y los gobiernos se ha acordado acortar de 10 a 8 años el periodo de creación de este fondo. Además, se acelera el ritmo de mutualización al principio del proceso, hasta lograr el 70% en los tres primeros años (40% el primer año, 20% el segundo y cerca del 10% el tercero). "Esto aumenta la potencia de fuego del fondo y evitará enormes facturas a los contribuyentes", afirmó una de las negociadoras del Parlamento, la popular Corien Wortmann-Kool.

El compromiso supone una cesión por parte de Alemania, que había impuesto un periodo de transición de 10 años durante el cual el fondo de liquidación estaría formado por compartimentos nacionales, lo que significa que cada país pagaría por sus propios bancos. La Eurocámara alegaba que así el fondo no tendría liquidez suficiente, especialmente durante los primeros años, y pedía recortar los plazos a tres años. Los parlamentarios han aceptado un periodo más largo a cambio de acelerar la mutualización.

Además de acelerar los plazos, para reforzar la liquidez del fondo de liquidación se le autorizará a endeudarse en los mercados. No obstante, no podrá contar con ningún aval público por la oposición de Alemania, y sólo podrá ofrecer como garantía sus propios recursos.

Los gobiernos han estado representados durante la negociación por el presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, que durante la madrugada estuvo en contacto con el ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble, según ha desvelado otro de los negociadores, el verde alemán Sven Giegold. "El señor Schäuble tuvo que hacer muchas más concesiones al Parlamento que a sus socios en los estados miembros. Es algo realmente importante. El Parlamento no es impotente, podemos despertar al señor Schäuble a las 5:30 de la madrugada y él finalmente cede", presumió Giegold.

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