Economía

La picaresca del 'seudoraf' gana terreno

No es de extrañar el asombro entre los consumidores al comprobar la gran diferencia de precios al comprar tomate raf, cuyo nombre responde a las siglas de Resistente al Fusarium. Lo cierto es que no se trata del mismo cultivo y en los distintivos de los puestos del mercado la diferencia tampoco se especifica. Según explican los mismos comerciantes, mientras unos tomates son raf puros y duros otros se corresponden con un híbrido llamado delicia. Es complicado abastecer el mercado de este producto originario del levante almeriense, concretamente de La Cañada, El Alquián y Campos de Níjar, ya que sólo en estas zonas existe agua con un alto nivel de sal. Ante la elevada demanda y escasez de producción es lógico que surjan otras variedades que mejoren algunas existentes en sabor, calidad y resistencia, pero sin dar del todo al cliente gato por liebre. Quien hace la ley hace la trampa: la denominación de raf como tal no está registrada desde el punto de vista comercial y el híbrido delicia, por ejemplo, también es resistente a Fusarium. Técnicamente también es un raf.

En el mercado central de Almería se pueden ver precios dispares bajo un cartel con el mismo enunciado: tomate raf. Así variaban desde los 1,80 euros a los 6,80; este es el reflejo de lo antes expuesto. En esta línea, escogiendo como ejemplo Mercamadrid dentro de la red de Mercas en España, en su estadística semanal correspondiente a la pasada semana, que es la que está cerrada, se marcaba el precio máximo por kilo del tomate raf en los 4,50 euros, el precio mínimo a 1,60 euros y el más frecuente a 2,50. A partir de estos precios, el cliente final lo termina comprando por un par de euros más como máximo.

El elevado precio del tomate raf se justifica no sólo en su producción reducida en el tiempo y la geografía, sino también en los cuidados especiales que requiere su cultivo, que debe realizarse por manos muy expertas, ya que son muy débiles y sensibles. Se trata de un tomate de temporada corta, con fechas de producción que van desde primeros de diciembre hasta mediados de mayo. Sus peculiaridades organolépticas le convierten en un producto delicatessen, por ello se le conoce como tomate pata negra.

El proceso de maduración es contrario al del resto de tomates, es decir, el mejor momento para consumirlo es cuando está verde. De ahí que la mayor parte de la producción de raf se quede en el mercado nacional.

Pese a que en el mercado existen imitaciones de este tipo de tomate, además del híbrido mencionado u otro como el conquista, el auténtico sólo se cultiva en los invernaderos ubicados en la zona de Almería. Según los datos más actualizados facilitados por la Delegación Territorial de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente de la Junta de Andalucía en Almería, durante la campaña agrícola 2010/2011, la superficie destinada a la producción de tomate tipo raf en la provincia de Almería se estimó en 433 hectáreas, que representaron el 4,78% de la superficie total de tomate, que ascendía a 9.050 hectáreas. De las 433 hectáreas se estima que 260 se corresponden al término municipal de Níjar y 173 hectáreas al término municipal de Almería. Entonces, la producción alcanzó las 29.444 toneladas (unas 17.680 en Níjar y 11.764 en Almería), es decir, un 3,29% sobre la producción total de tomate durante el citado ejercicio agrícola que fue de 892.519 toneladas. De acuerdo a las cifras que baraja la Junta, el rendimiento medio estimado por hectárea fue de 68.000 kilogramos.

Respecto a la valoración económica de la producción de raf en el periodo 2010/2011, ésta ascendió a 23.437.000 euros, lo que supuso el 5,13% del valor total del tomate.

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