Bizum llega a las grandes superficies comerciales. El Corte inglés, una empresa clásica y con años de experiencia, ha querido dar un salto en innovación y ya se puede comprar en sus establecimientos mediante esta compañía de servicios de pago española.

Aunque, el método de pago más utilizado por los habitantes es la tarjeta de crédito (66%), las personas tienen mucha confianza en Bizum, una forma de intercambiar dinero de forma segura y, sobre todo, muy rápida.

Este paso al frente del El Corte Ingles llega gracias al acuerdo con BBVA. A partir de ahora, las compras online que el cliente realice tanto a través de la web como de la app de El Corte Inglés, podrá realizarlas con Bizum. Esta iniciativa se une a las ya consagradas por la empresa como la tarjeta bancaria, tarjeta de compra de El Corte Inglés, Paypal, líneas de financiación o contra reembolso.

La pandemia que llevamos viviendo desde el mes de marzo ha hecho que se produzca un cambio en todos los estamentos de la sociedad. Uno de ellos, el de la digitalización, ha visto como se ha acelerado su proceso de implantación en la sociedad y ya está presente en absolutamente todas las rutinas diarias de la población. Prueba de ello es que la pandemia ha modificado los hábitos de los consumidores a la hora de pagar y métodos como el dinero en efectivo se ha visto reducido de forma considerable.

El Corte Inglés siempre se ha caracterizado por ofrecer un servicio al cliente integral y esta apuesta por las nuevas tecnologías no hace más que favorecer la experiencia de compra de los usuarios.

Además, el grupo de distribución mundial con sede en España, desarrolla así un modelo de omnicanalidad, con un proceso seguro y que acredita que esta empresa creada en 1940, sigue la estela de la vanguardia y ofreciendo a sus clientes las máximas prestaciones posibles. Con solo introducir su número de teléfono y confirmar un doble factor de autenticación, las puertas de El Corte Inglés estarán abiertas para las compras en días tan señaladas como los que vienen. Los sectores públicos y privados vuelven a dar buena prueba de que la fusión de ambos es buena para la sociedad.