La compañía naviera Armas, el mayor grupo marítimo español y propietario de Transmediterránea, se ha declarado este jueves en quiebra y negocia con sus acreedores -entre otros el Banco Santander, Caixabank, Bankia y el Banco Sabadell- un pasivo de 800 millones de euros.
El grupo canario, en la situación actual a consecuencia de la caída del turismo provocada por la crisis del coronavirus, según avanzaba este jueves El Confidencial, establece las principales conexiones marítimas entre la península, Canaria y Baleares, así como con Ceuta y Melilla através del Estrecho Gibraltar, por lo que su quiebra podría suponer un serio perjuicio a los desplazamientos por esta vía.
Así lo ha reconocido el consejero de Movilidad y Vivienda de Baleares, Marc Pons, quien ha admitido la quiebra de la empresa "supone un riesgo" para las conexiones marítimas de Baleares con la Península. Aunque Pons confía en que los posibles inconvenientes ocasionados "puedan ser solucionados a través de posibilidades diferentes", no ha escondido su "sensación de preocupación" ante esta situación.
Según fuentes citadas por El Confidencial, la naviera no estaría en condiciones de liquidar los bonos por valor de 282 millones de euros, con titulares como titulares Axa, Deutsche Bank y BlackRock, que vencerán en 2023. Además, la compañía tiene pendiente otra liquidación de 300 millones de euros más con plazo hasta 2024.
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