Rafael Salgueiro
Sobre el altísimo, sus acólitos y el acuerdo innominado
Sacyr y Azvi han sido seleccionadas como empresas concesionarias de la Red Aeroportuaria Norte de Chile, que incluye el aeropuerto Desierto de Atacama (Caldera) y el aeropuerto Andrés Sabella (Antofagasta), con una inversión total de más de 7 millones de unidades de fomento chilenas (266 millones de euros).
En concreto, el consorcio Sacyr-Cointer -esta última filial de Grupo Azvi- presentó su oferta económica de 4,3 millones de unidades de fomento chilenas (154 millones de euros) de ingresos totales esperados para la concesión el pasado 2 de agosto, según consta en las actas del concurso.
Este contrato, que tiene un plazo máximo de concesión de 26 años, prevé la ampliación, mejora y mantenimiento de las infraestructuras aeroportuarias para mejorar la calidad del servicio y dar respuesta a la mayor demanda de pasajeros.
Se trata de la única oferta presentada a este concurso del Ministerio de Obras Públicas de Chile, por lo que será previsiblemente el grupo ganador de la concesión, una adjudicación que se espera que ocurra en el último trimestre del año.
El proyecto triplicará la superficie de ambas terminales, implementará nuevos puentes de embarque y aumentará estacionamientos, con el objetivo de contribuir a la mejora de la calidad de los servicios aeroportuarios.
El Ministerio espera que las obras de construcción arranquen en 2027, para comenzar las operaciones en 2030, un periodo durante el cual se prevé generar en torno a 450 empleos directos mensuales de media.
"Esta obra implica dotar de nueva infraestructura a dos aeropuertos regionales altamente demandados. En 2023, el aeropuerto Desierto de Atacama registró 723.000 pasajeros, mientras que Andrés Sabella alcanzó 2.315.000 pasajeros, convirtiendo a este último recinto en el que más flujo de viajeros tiene, después del Aeropuerto de Santiago", ha señalado el director general de Concesiones del Ministerio, Juan Manuel Sánchez.
La presencia de Sacyr en Chile se remonta hace más de 25 años, cuando en 1996 se adjudicó el primer contrato para construir y explotar la autopista Los Vilos-La Serena, en los inicios del sistema de concesiones.
Desde entonces, ha invertido más de 7.000 millones de dólares (6.400 millones de euros) en diversos proyectos concesionados, donde ya opera dos aeropuertos, dos hospitales y nueve rutas concesionadas que suman más de 2.000 kilómetros de carreteras, entre otros activos.
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