Agua fría en la palangana macarena

Puerta de los Palos

La junta de gobierno de la Macarena encauza con rapidez un asunto muy delicado. Urge refrescar algunas cabezas que han evidenciado demasiado histrionismo y ganas de avivar el fuego

La suerte de tener un arzobispo de guardia

La peor cara de Sevilla

La Virgen de la Esperanza.
La Virgen de la Esperanza. / Juan Carlos Muñoz

29 de junio 2025 - 04:00

Urge llenar de agua fría, muy fría, la palangana macarena no para que nadie se desentienda del tema, ay tema, temita, tema, sino para enfriar los ánimos, rebajar el histrionismo, cesar los malos actores que tantos llevan dentro y refrescar la mirada sobre el asunto. ¡La de sesiones de terapia que se deben haber ahorrado algunos esta última semana! ¡Chiquillo, que parecía que estábamos ante el comienzo de una guerra mundial! Ha sido Víctor García Rayo quien ha expuesto que algunos parecen disfrutar o ser felices con el daño causado a la imagen porque, esto ya es de nuestra cosecha, se ha dejado la pista libre para arrear a los responsables. Compartimos la opinión. Amén, compañero. Y ha sido otro compañero, Ignacio Cáceres, el que a nuestro juicio ha dado en la diana al afirmar que Fernández Cabrero ha puesto a la hermandad en la vanguardia en sus primeros seis años, pero la cosa ha cambiado en los últimos dos por motivos varios. Amén, también. Son las dos opiniones más ajustadas que hemos oído estos días. Nada que no tenga arreglo. No vamos precisamente a felicitar a nadie por cuanto ha ocurrido, claro que no. Hay que repetir que la guardia ha estado baja, incomprensiblemente baja por causas que deberán ser explicadas. Ningún macareno, mucho menos los oficiales de la junta de gobierno, lo ha pasado bien esta semana. Se han leído barbaridades en ningún modo justificadas. Echen agua fría, agua fría en la palangana de Pilatos. Disimulen quienes malamente han tapado la sonrisita que les ha generado este más que desagradable suceso.

Preguntas

¿La Rosa de Oro concedida por el Papa era mérito de la junta de gobierno, pero el insólito despropósito de la intervención de Arquillo es responsabilidad del hermano mayor, José Antonio Fernández Cabrero? ¿Cómo se puede echar por tierra tan alegremente el prestigio de un profesional como Arquillo sin esperar a tener todos los informes y perspectivas? Sevilla, siempre lo hemos dicho, está superpoblada de catedráticos de Arte. Algunos, es cierto, están tardando en hablar, pero siempre podrán alegar prudencia. Otros han largado demasiado rápido, incluso compañeros del gremio de restauradores. Salir del silencio es fácil. Salir del ridículo es muy difícil. En las crisis se conoce el verdadero plumaje de algunos pájaros. Los envidiosillos florecen, no pueden frenar que reverdezca cuanto llevan oculto. Qué lástima. Por cierto, la junta de gobierno de la Macarena es un caso único en el que los oficiales están cubiertos por un seguro al estilo de los ejecutivos de las grandes empresas. ¿No decían que había que profesionalizar la gestión de las cofradías? Precisamente es lo que ha hecho Cabrero en sus primeros seis años. Distinto es que, insistimos, los protocolos de gestión y control hayan fallado.

Elecciones

Fernández Cabrero pretende dejar la Virgen tal como estaba. Hay tiempo y medios. Renunciar al cargo ahora no sería ningún acto de dignidad, sino de irresponsabilidad a menos de cinco meses de las elecciones. La dimisión crearía más problemas que soluciones. Las urnas serán la mejor vía para que se expresen los hermanos. Ahora mismo no parece que el mejor aval para ser hermano mayor sea el formar parte de la junta de gobierno de la guardia baja. En cualquier caso siempre será bueno dejar pasar los días y que se celebre el cabildo general extraordinario. Tras el fin de semana horribilis ya tenemos el asunto encauzado: la propuesta de Pedro Manzano y la participación del IAPH. Hay quien apunta a la busqueda de un candidato de reconocido prestigio que ahora sí debería dar el paso.

Ser medalla de oro

Cambiemos de barrio. Cuando un cofrade ha sido hermano mayor no debe hacer el indio. Si además ha recibido la medalla de oro debe guardar un comportamiento ejemplar. Está llamado a ser una referencia, un mediador en pro de la concordia, alguien de prestigio que es consultado y ofrece su parecer en asuntos importantes. No debe promover la creación de grupitos, bandos ni conciliábulos. Mucho menos fomentar listas alternativas usando su influencia con fines espurios y abusando de la buena fe de muchos de sus hermanos. A cuenta del junio electoral hemos apreciado demasiadas conductas poco edificantes en quienes están llamados a estar alejados de la trinchera electoral y a permanecer siempre en el despacho donde se debería recibir para ayudar y orientar con una visión general de la corporación. Alguno merecería que le fuera quitada tan alta distinción si no fuera porque eso generaría más ruido. Y le concedería el protagonismo que nunca debió tener. Porque de cofradías tiene la misma poca idea que quien esto escribe. Pero de pájaros sí sabemos algo. Pío, pío. A ver si se sube a la rama y deja de molestar un tiempo.

La foto de familia de la Hermandad de la Corona al término del cabildo electoral del viernes.
La foto de familia de la Hermandad de la Corona al término del cabildo electoral del viernes. / M. G.

El encanto de la Corona

Qué forma más maravilloso de concluir un cabildo electoral. Ocurrió el viernes en la Hermandad de la Corona. Una sola candidatura, encabezada por Isaías Pérez Domínguez. Y una foto de familia, donde ya ven, todos posan con una sonrisa a la entrada del Patio de los Naranjos de la Catedral. Y no falta ni el párroco y director espiritual, don Manuel Cotrino. Nunca se debería perder este encanto. La Corona es modelo de exquisitez no solo por el estilo de su cofradía, sino por motivos que perduran todo el año.

stats