El Fiscal

La gargantilla de la Esperanza de Triana

La Esperanza de Triana, con una originalísima estética el pasado domingo.

La Esperanza de Triana, con una originalísima estética el pasado domingo. / M. G. (Sevilla)

Una exquisitez, el reencuentro con un concepto estético siempre agradable, una muestra de finura en un contexto de popularidad elegante. No hay dudas de la realeza de la Virgen María cuando se contempla a la Esperanza de Triana, sobre todo en el traslado de regreso a su capilla el pasado domingo. Qué estampa más hermosa, de los años veinte y treinta. Y qué preciosa la gargantilla riviere de brillantes que  realzaba el cuello de la sagrada imagen. No es la primera vez que destacamos la labor de Javier Hernández como vestidor. Se supera cada día. La gargantilla es donación de una hermana. El tacto, la paciencia y el buen gusto son de Javier, que busca en los archivos para recrear la Esperanza a la que rezaron los abuelos de los hermanos de hoy.